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Los países árabes llaman a todas las partes al cese inmediato de hostilidades tras el ataque de EEUU a Irán

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Los países árabes han reaccionado con extrema preocupación a los bombardeos desencadenados esta pasada madrugada por Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán, tanto por el ataque en sí como por las consecuencias que puede comportar para la región, y han pedido a todas las partes implicadas en el conflicto, Israel incluido, que cesen inmediatamente sus operaciones militares.

Arabia Saudí ha sido el primero en reaccionar y se ha remitido a su declaración del pasado 13 de junio en la que condenaba el inicio de los ataques israelíes contra territorio iraní, el detonante del conflicto que ha desencadenado el bombardeo de EUU, como ‘una violación de la soberanía nacional’ de la república islámica.

El Ministerio de Exteriores saudí ‘subraya la necesidad de hacer todos los esfuerzos posibles para actuar con moderación, reducir la tensión y evitar una mayor escalada’ e insta ‘a la comunidad internacional a intensificar sus esfuerzos durante este período tan delicado para alcanzar una solución política’.

Arabia Saudí pide que estos esfuerzos lleguen a buen término con el objetivo último de abrir ‘un nuevo capítulo para lograr la seguridad y la estabilidad en la región’, según la nota ministerial.

Qatar y Oman se suman al llamado

También Qatar ha expresado su ‘pesar por el deterioro de la situación tras el bombardeo de las instalaciones nucleares’ de la ‘hermana República Islámica de Irán’ y recalca ‘la necesidad de detener todas las operaciones militares y retomar de inmediato el diálogo y la vía diplomática para resolver las cuestiones pendientes’.

El Ministerio de Exteriores de Qatar ha querido incidir en que ‘las peligrosas tensiones actuales en la región tendrán repercusiones desastrosas a nivel regional e internacional’ y llama a todas las partes a que ‘actúen con prudencia y moderación’ porque ‘los pueblos de la región, agobiados por los conflictos y sus trágicas consecuencias humanitarias, no pueden tolerar’ una nueva escalada.

Omán también se ha pronunciado en términos contundentes contra este ‘acto ilegal de agresión’ e insta ‘a una desescalada inmediata y completa’. ‘La acción estadounidense podría agravar el conflicto y constituir una flagrante violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, que prohíbe expresamente el uso de la fuerza y la violación de la soberanía estatal’, añade.

Líbano no quiere más guerras

El presidente de Líbano, Joseph Aoun, ha reaccionado en un comunicado orientado claramente a la crítica situación doméstica, en pleno alto el fuego con Israel.

El mandatario ha indicado que su país no quiere ‘pagar el precio de más guerras’ y que ‘no hay ningún interés nacional’ en unirse a la guerra entre Israel e Irán. ‘Líbano, con sus dirigentes, sus partidos y su pueblo, se da cuenta hoy más que nunca de que ha pagado un alto precio por las guerras que estallaron en su suelo y en la región, y no quiere pagar más; no hay ningún interés nacional en ello’, ha afirmado en un comunicado recogido por el portal de noticias Naharnet.

Tras señalar que ‘el bombardeo de las instalaciones nucleares iraníes aumenta el temor de que las tensiones puedan propagarse de una manera que amenace la seguridad y la estabilidad en muchas áreas y países’, Aoun ha instado a la ‘moderación y al lanzamiento de negociaciones constructivas y serias para restablecer la estabilidad en los países de la región y evitar más matanzas y destrucción’.

Irán lo considera una grave amenaza

En lo que respecta al vecino Irak, el portavoz del gobierno, Bassem al Awadi, ha manifestado ante la agencia oficial de noticias (INA) su ‘preocupación y condena por los ataques a instalaciones nucleares en el territorio de la República Islámica de Irán’ en una ‘escalada que supone una grave amenaza para la seguridad y la paz, y expone la estabilidad regional a graves riesgos’.

‘Irak reafirma su rechazo, basado en principios, al uso de la fuerza en las relaciones internacionales y exige respeto a la soberanía de los Estados y que no se ataquen sus instalaciones vitales, especialmente aquellas bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica y utilizadas con fines pacíficos’, añade.

‘Las guerras’, ha concluido, ‘solo dejan tras de sí destrucción, y la responsabilidad de las grandes potencias y los organismos internacionales debe centrarse en evitar nuevas crisis en el mundo, no en provocarlas’. (Europa Press)

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