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LAS ADICCIONES, LOS CRIMINALES Y LA FAMILIA

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Por Ileana Medina Hernández ()

Tenerife.- Lo siento, sí, pero la familia lo es todo. Hay verdades muy incómodas, y quizás la más incómoda de todas, es que casi todo lo que somos, incluidas nuestras desgracias, se tejieron en los primeros días, meses y años, de nuestra vida, en el entorno familiar. Y lo que ahí se cuece, viene de las anteriores generaciones, de la psicogenealogía familiar.

Si alguien me pidiera sugerencia sobre leer a un solo autor en esta vida, yo recomendaría a Alice Miller. Creo que ayuda mucho a despertar, a saber de qué hablamos, qué somos, y cuáles son nuestros terrores más profundos.

A saber, que cuando se habla de que un niño de 13 años puede asesinar a otra niña, estamos hablando del inmenso abandono, abuso y maltrato, que tiene que haber sufrido un niño para convertirse en asesino.

Los asesinos NO son aleatorios, nunca. Ni se hacen por las redes sociales, por los videojuegos o por las adicciones. Las pantallas y las adicciones son el síntoma de un abandono primario, anterior.

Las personas maltratadas pueden, y de hecho lo hacen en la mayoría de los casos, superar los maltratos y no repetir en todo o en parte lo que hicieron con ellos, pero detrás de un asesino o un maltratador, siempre, hay una historia de maltrato.

Los miedos de los padres

Un niño de dos años, asesinado en Francia por sus propios abuelos, fue dejado por sus propios padres en manos de un señor, su abuelo, que, ahora se sabe, tenía antecedentes por abusos sexuales contra menores.

Como hijos, tenemos miedo, inmenso miedo a que nuestros padres no nos hayan querido o cuidado bien.

Efectivamente, lo hicieron como pudieron. Con sus casi siempre escasos recursos intelectuales, económicos y, sobre todo, emocionales.

Como padres, tenemos miedo, inmenso miedo a que no sepamos o podamos querer y cuidar bien a nuestros hijos.

Efectivamente, lo hacemos como podemos. Con nuestros casi siempre escasos recursos intelectuales, económicos y, sobre todo, emocionales.

Pero señoras y señores, ahí está el meollo de todo.

Aprovechemos estos tiempos, cuando la política nos tiene desconcertados, porque cualquier tiempo es bueno, para mirar hacia dentro.

Quizás es el mejor trabajo, o el único, que podemos hacer por construir un mundo mejor.

Ah, y ojo con los moralistas de la familia, suelen tener la peor basura bajo la alfombra.

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