Por Hermes Entenza
La Habana.- Han sucedido cosas muy feas en Cuba; desde hace muchas décadas la isla viene padeciendo latigazos que dejan huellas eternas en la piel y en la tierra.
El cubano aguanta como un fraile, recibe día a día malas noticias y sufre casi todos los suplicios creados para jodernos la vida.
Pero si este niño muere, entonces ya no hay nada que guardar en nuestro estante personal, ya no habrá nada que callar, ni nada que perder.
Más nos vale a todos que Damir se salve, porque si sucede lo que se avizora, ya no habría un amanecer para el gobierno sin la rabia cubana, y a nosotros, el pueblo, nos atormentará el infierno de coincidir en vida con este desastre.
