Por René Fidel González ()
«Se me #muɛre Damir, se me muɛre. Ayuda por favor ayuda, aquí no pueden hacer más por él, están tratando los síntomas que van apareciendo, solo eso. La causa de tanto deterioro no la saben, no tienen como ayuda por favor ayuda, Damir necesita salir de Cuba»,
Eliannis Ramírez
Santiago de Cuba.- Cuando este niño muera ninguno de los funcionarios que han negado o dificultado el ruego de una madre por su hijo encontrará culpa en el fondo de su corazón; es seguro que ni siquiera la buscarán.
No estoy ajeno a los de otro país, a sus actos y decisiones, pero me refiero estrictamente a los que le deberían servir a él y a su madre.
Cuando la historia indague qué abonó nuestro desprecio podrá encontrar en la vileza de la mezquindad de los actos de estos funcionarios una de las razones.
Escribo muy poco sobre estas cuestiones, quizás porque están entre nosotros, también, como un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la delicadeza de nuestro éxito e indiferencia.
Registro el hecho de que cuando una madre hace pública una foto como esta es porque ha traspasado territorios del dolor, la impotencia y el amor que apenas podemos sospechar existen.
El desprecio sobrevive a todo, incluso al recuerdo de la felicidad.