
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Edi Libedinsky ()
Buenos Aires.- El tiempo que Audrey Hepburn pasó en Nueva York durante principios de la década de 1950 es un período que capturó la esencia de su gracia y transformación de estrella emergente a ícono global.
En 1951, Hepburn protagonizó en Broadway el musical Gigi, una producción que ayudó a cimentar su lugar en los corazones de los amantes del teatro y del cine. El musical, basado en la novela de Colette, presentaba a Hepburn interpretando el papel principal, una joven que se prepara para convertirse en cortesana.
Aunque Gigi fue su debut en Broadway, marcó el comienzo de la notable carrera de Hepburn que más tarde la llevaría al estrellato de Hollywood con películas como Roman Holiday (1953) y Desayuno con diamantes (1961).
Las fotos de Hepburn tomadas durante este período, particularmente por Lawrence Fried en 1951, ofrecen una visión del mundo del Viejo Hollywood y la elegancia que Hepburn exudaba tanto dentro como fuera del escenario.
Conocida por su estilo impecable y su porte distinguido, Hepburn se convirtió rápidamente en la encarnación de la moda y la sofisticación de los años 50.
El escenario de Nueva York en estas fotos refleja una época de emocionante crecimiento cultural, donde los musicales de Broadway estaban ganando una popularidad sin precedentes, y la presencia de Hepburn en el escenario solo se sumaba al atractivo de la ciudad como centro de entretenimiento y refinamiento.
La década de 1950 también representó una era definitoria para la vida personal y profesional de Hepburn. No solo estaba dejando su huella en Broadway, sino que también estaba abrazando su papel como humanitaria, trabajando eventualmente con organizaciones como UNICEF en la década de 1960.
El tiempo de Hepburn en Nueva York durante esta parte temprana de su carrera sigue siendo un capítulo inolvidable, que refleja tanto su creciente fama como la vibrante vitalidad artística de la era.