Por Ulysses Pereira ()
Toronto.- Al igual que la mayoría de los canadienses, siempre he asumido que vivimos en un país del Primer Mundo, totalmente organizado e inmune a la galopante corrupción de otros lugares de este planeta, pero en mis investigaciones he descubierto ciertas cosas que aun son desconocidas y, aun peor, negadas también por aquella gran mayoría que conforma una masa acéfala de malvados e ignorantes que hablan del Gran Norte y demás chorradas.
Un amigo me manda un clip del jefe de la oposición en el Parlamento diciendo que el petróleo de Alberta llega a Québec a través de líneas que cruzan el territorio de los Estados Unidos.
He consultado documentos oficiales de la inmensa cantidad de agencias canadienses dedicadas a controlar y a «regular» (la palabra favorita del gobierno de por acá) y encuentro que es cierto y me escandalizo, porque no puede existir razón alguna para que una línea de petróleo no pueda llegar de Alberta a Québec (nótese por favor que estoy simplificando mucho este problema).
Pero resulta que sí hay razones, y tres en lugar de una.
La primera: las naciones indígenas que se oponen siempre a este tipo de cosas por razones culturales, de propiedad y, a veces simplemente, por corrupción de sus líderes, que tienen mucha fama al respecto.
La segunda razón corresponde a las absurdas y draconianas leyes canadienses que impiden el libre comercio y acceso a los servicios entre las propias provincias de Canadá, algo insólito e inaudito pero que han existido a través de varios gobiernos.
Ni Harper hizo algo al respecto, que yo haya encontrado.
Por último, la negativa canadiense a construir nuevas líneas de transporte y abrir el mercado al exterior por razones del medio ambiente y de los tratados firmados por Trudeau en el Pacto de París y demás organizaciones enemigas de la Humanidad, las cuales dicen que los pedos de las vacas afectan la atmósfera y que dijeron que en diez anos el polo Norte se iba a derretir, y quieren que comamos gusanos y alas de cucarachas mientras viajan a sus reuniones en aviones que usan combustibles fósiles, los mismos que tratan de eliminar.
Por comodidad y por desidia, Canadá le vende el 97 por ciento de su petróleo a los Estados Unidos. Los términos de este contrato son los que mueven a Trump a decir que le estamos robando 200 billones al ano.
No es así, pero se parece. Para simplificar las cosas, déjenme ponerlo de esta manera: tenemos un vecino el cual nos compra nuestro petróleo extraído de las arenas. El vecino nos paga generosamente, nos compra con cierto descuento otros bienes y servicios y tenemos un contrato desde hace años para la fabricación de automóviles. El comercio entre nosotros es abundante y próspero y también nosotros le damos el 90 por ciento de la electricidad al estado de Nueva YorkY (digo nosotros metafóricamente, ya que es Québec, y Québec también tiene leyes muy especiales) a precios decentes. De pronto, nuestro vecino nos dice que cuidemos la frontera, por que están pasando elementos hacia el patio de su casa y nosotros no hacemos nada.
Aquí quiero hacer una digresión: el volumen de tráfico de personas en la frontera norte de Estados Unidos es irrisorio (21 mil personas en el 2024) si lo comparamos con el Sur, pero el vecino esta haciendo un pedido y debemos atenderlo, porque así es como actúan los buenos vecinos.
Canadá hizo oídos sordos. Si mucha palabrería, muchos informes falsos de la corrupta prensa canadiense (¿cómo puede alguien corromper una prensa seria y decente en solo nueve anos?) pero nada de acciones concretas.
También el vecino nos pide de actuemos en contra del inmenso tráfico de fentanilo, y sus precursores, que llega de China. Los mismos chinos, en el 2019, actuaron enérgicamente contra esto y casi acabaron con el trafico de China a British Columbia, Canadá, pero los más de 100 grupos criminales operando en Canadá consiguieron otro suministrador: La India y el trafico continúa. Canadá es el centro mundial de tráfico y producción del fentanilo que llega a los Estados Unidos.
El gobierno canadiense no ha actuado con la energía necesaria contra este problema y aun más, ha llenado ciudades enteras de nacionales del mismo país que suministra los precursores para la fabricación de la droga en una clara política de sustitución demográfica.
¿Qué esperan que haga el vecino? Lo que esta haciendo.
Los que eligieron a Trudeau y, como siempre, pongo la entera responsabilidad en ellos, no midieron el alcance de las consecuencias, votaron emocionalmente porque estaban cansados de Harper. quien, con todos sus defectos, hubiera actuado diferente.
Ahora los liberales están sacando todo el partido político posible a esta situación sin siquiera pensar en cómo arreglarla adecuadamente, y la biomasa canadiense está batiendo palmas en pos de la unidad y demás mierdas habituales.
Olvídense de las mociones de censura y de las elecciones tempranas, Carney tomara el poder y destruirá aun más a Canadá y todavía Trump tiene el gesto de aceptar una reunión con el espantapájaros de Trudeau para discutir la situación, pero fíjense en la infantilidad de Canadá: han quitado de las tiendas todo el alcohol que viene de Estados Unidos… como si eso fuera importante.
The Great North My Ass.
MÁS SOBRE EL DIFERENDO ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ
