Por Pucho Oroza
Varadero.- Uno de los mejores exponentes del arte del contragolpe es el santiaguero Enrique Carrión Olivares, quién hizo de este tipo de estilo, un as ganador, con un récord de 335 victorias y solo 26 derrotas, siendo uno de los mejores boxeadores cubanos de la división de 54 kg.
Carrión fue triple medallista mundial, incluida la medalla de oro en Moscú 1989 y dos subcampeonatos en 1991 y 1993. Doble campeón en Copas del Mundo, 1990 y 1998. Campeón Panamericano en La Habana 1991, cinco veces titular centroamericano, ocho veces monarca del Playa Girón y otras siete del Giraldo Córdova Cardín.
Su gran quimera fueron los Juegos Olímpicos, donde se alinearon los planetas para que no pudiera asistir. En Seúl 88, estando en muy buena forma, Cuba no asistió; a los Juegos de Barcelona no hizo el equipo por una lesión que sufrió en una riña extradeportiva. En Atlanta no fue debido a una sanción recibida de dos años por ingerir furosemida y a los de Sydney, según sus propias declaraciones, por no ser confiable.
Luego de ganar el Cardín del año 2000 se retiró del deporte activo, a los 33 años. Enrique Carrión es uno de los grandes boxeadores de la historia de este deporte en nuestro país, con una defensa y esquiva extraordinaria y un exquisito arte de pelea de riposta. Leyenda del buque insignia del deporte cubano.
Post Views: 104