OTROS PUEDEN, YO NO 

LECTURASOTROS PUEDEN, YO NO 

Por Esteban Fernández Roig jr. ()

Miami.- ¿Cómo olvidar la casa donde dimos los primeros pasos? ¿Cómo borrar de la mente abrir una pesada puerta y salir a un portal que la hacendosa madre mantenía impecable, valiéndose de un palo de trapear, una frazadita, y un pomo de creolina comprado al bodeguero de la esquina.

Hasta con los ojos cerrados rememoramos aquel sol radiante que partía las piedras, y hasta anhelamos volver a ver un cielo encapotado presagiando tormenta. Y recibiendo en el tejado mojado las “lluvias diseminadas por el territorio nacional”, anunciadas por Millás.

Muy fácil nos resulta mantener firme en lo más profundo de nuestros corazones el inmenso cariño por los vecinos que se convirtieron en familia. Sin olvidar tampoco las decepciones.

¿Cómo sacar del pensamiento los bellos parques de la nación donde tantos gratos momentos pasamos?

Inolvidable aquel pomito donde metimos tres cocuyos, e imposible arrancar de nuestras mentes el disfrute de las cristalinas y mansas aguas del majestuoso río y el susto cuando por primera vez lo vemos crecido, turbio y desbordado.

¿Quién no tiene tiene reminiscencias de aquellas gloriosas patadas voladoras del “Chiclayano”, del intercambio de golpes entre Pupi García y Ciro Moracén, y de gritarle al referí: “Mingoyo la soga”.

Recordamos aquella chivichana, la quimbumbia, las pelotas de cajetillas de cigarros, un jonrón de Edmundo Amorós, la gran atrapada de Héctor Rodríguez en la tercera base, y Lucho Gatica cantando “Reloj no marques las horas”…

En lo que a mí respecta, he paseado, he vacacionado, he visitado muchos estados de la Unión, he observado con emoción el impresionante Cañón del Colorado, pero jamás he podido olvidar por un solo segundo -ni disminuir mi amor- por la Calle Pinillos, la Ave. Juan Rodríguez en el Residencial Mayabeque, y las calles Independencia y Martí en San José de Las Lajas.

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights