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Por Jesús Hernández Villapol (Tomado del blog Crónicas de Júpiter)
West Palm Beach.- El gran pelotero cubano Yuli Gurriel está de vuelta en las Grandes Ligas con los Reales de Kansas City, tras permanecer la mayor parte de la temporada en las ligas menores de los Bravos de Atlanta, en una muestra de constancia y humildad.
El espirituano, de 40 años, que está participando en su novena temporada en el béisbol profesional en Estados Unidos, en las que ha conquistado un título de bateo, un guante de oro y dos series mundiales con los Astros de Houston, jugó por última vez en las mayores en el 2023 con los Miami Marlins.
Yuli, que llegó a las Grandes Ligas a una edad inapropiada para comenzar, 32 años, luego de haber sido una estrella en la pelota cubana durante más de una década, vuelve a demostrar que cuando se funden talento y dedicación en el deporte, todo puede ser posible.
A pesar de su ilustre historial, aceptó un contrato de ligas menores con los Bravos, para jugar con compañeros a los que le dobla la edad y no defraudó una vez más; al batear para 292, OPS de 863, 12 jonrones y 48 carreras remolcadas en 75 encuentros, que le permitió obtener el derecho de estar en un nuevo equipo, que lucha por incluirse en los playoffs.
Pudo escalar a Grandes Ligas, aunque la fecha de canjes concluyó, al no haber sido ascendido en toda la temporada por su anterior equipo.
Su debut se produjo en 2016, por lo que la presente constituye su novena temporada en Grandes Ligas, donde ha ganado más de 60 millones de dólares. En sus primeras ocho campañas participó en 910 partidos, bateó para 281, con 98 cuadrangulares y 463 carreras impulsadas.
Es de destacar, que, al llegar al equipo de Houston, hizo la transición hacia la primera base, después de haberse desempeñado durante toda su carrera en segunda y tercera y llegó a convertirse en uno de los mejores defensores de esa posición, con un premio “guante de oro”, en el 2021, por su excelencia defensiva.
De esa forma pasó a ser el jugador con más edad (37 años) que obtuvo ese galardón, desde que fue instaurado en 1957.
El ejemplo de Yuli Gurriel, con su capacidad para reencontrar la senda, de dejar atrás el orgullo y jugar en ligas menores, con la disposición y tenacidad de un principiante, puede tener un significado especial de motivación, para muchos de sus compatriotas. Esos miles de cubanos, que, a una edad avanzada, han sido empujados a emigrar por causa de un régimen absurdo e ineficaz, para volver a empezar.