Enter your email address below and subscribe to our newsletter

AQUEL INOLVIDABLE INVIERNO

Comparte esta noticia
Por Esteban Fernández Roig Jr. ()
Miami.- Detesto el frío, sin embargo, no recuerdo un solo día en Cuba donde dijera “¡Ñooo, está soplando el mono, hoy no voy a salir de la casa!”.
Los inviernos eran mágicos porque traían consigo mis supremos encantos: Las Navidades con sus tres Reyes Magos y nuestras Liga Invernal de béisbol.
Al iniciarse noviembre solo dos cosas, dos interrogantes, tenía en mi mente: ¿Qué le pediría y recibiría de los Tres Reyes y qué peloteros nuevos traerían los cuatro equipos de baseball?
Y ese año fue el mejor: Había pedido una bicicleta y mis padres me aseguraron que iba a ser complacido…
Los rojos del Habana y los azules del Almendares trajeron a dos fenomenales norteamericanos llamados Rocky Nelson y Wilmer “vinagre” Mizell.
Rocky de “primera y pata” se convirtió en mi pelotero favorito, hasta mejor que Roberto Ortiz y Willy Miranda.
Y me encantaba Mizell porque me mantenía en ascuas lo mismo tirando bolas como tirando strikes. Era un aterrante enigma para los Almendarista.
Cómo colofón mi madre me anunció: “Vamos a pasar la Nochebuena en la casa de mi hermana Angélica, en la calle Cuatro Palmas, y compartirás con tu primo favorito, mi sobrino Jaime Quintero Gomez“.
Recuerdo que en mi inocencia le puse caso omiso a que era el Alcalde del pueblo, y le respondí: “¡Ay, que bueno porque Jaime es Almendarista!”
Mi padre, político al fin, dijo: “Cállate muchacho, no digas eso en voz alta, que los Habanistas no van a votar por él”.
En un final ese invierno fue fabuloso, obtuve mi sueño dorado de tener una bicicleta nueva, jamás en toda mi vida (ni allá ni aquí) disfruté de una Nochebuena tan linda y llena de lechón, uvas, nueces y avellanas.
Rocky Nelson repartió palos, jonrones y tubeyes, mientras Mizell rompió récords de ponchados y bases por bolas.
Y cuando papi se reunió en un rincón con Jaime a hablar de política, mami conversaba con su hermano Carlos Gómez, yo brinqué la baranda y me puse a jugar con los seis hermanos Bin: Enriquito, Manolin, Juan, Luis, Joaquín y Frank.

Deja un comentario