Por Carlos Cabrera Pérez ()
Madrid.- El torpe cangrejo en que ha devenido el tardocastrismo sigue chapoteando en el tanque de miel y -asustado por los partes diarios de la Contrainteligencia sobre el encabronamiento de la población con el alza del precio del combustible- ha dado marcha atrás, dizque temporalmente; según una viceministra con lenguaje pioneril.
Seguir poniéndose las botas al revés, después de 65 años de pisoteo de la libertad y construcción detallada de ruina económica, solo conducce a un país sumido en la esquizofrenia tiránica de quienes anuncian soluciones para todo y solo consiguen vivir mejor a costa de un pueblo noble y sacrificado.
El Estado tardocastrista es incapaz de garantizar agua potable, electricidad, alimentos y medicinas a la población, pero insiste en mantener cuerpos represivos sobredimensionados y más cárceles que universidades.
¿A qué temen? Al pueblo, que ya les avisó el 11 de julio de 2021, cuando aprendió que la casta verde oliva y enguayaberada ordenó disparar contra los más desfavorecidos.
Gobernar implica tomar decisiones acertadas, parcialmente erróneas y equivocadas; lo importante es que haya más aciertos que yerros; pero tal simpleza parece vedada a la camarilla del pan con na.
Por si no bastara, las niñas que quieran estudiar periodismo, deberán cumplir un año de Servicio Militar Obligatorio, cuando lo acertado sería la eliminación definitiva del reclutamiento, porque el FARINT es un cáncer para Cuba y ya ha demostrado ampliamente su incapacidad para generar prosperidad y riqueza y su gran talento para amontonar presos. Pretender resolver un problema demográfico, con maniobras patrioteras, solo garantiza el fracaso.
Los caprichos de Raúl Castro -el gran reformador que nunca pudo- cuestan carísimo a Cuba, es decir, a los empobrecidos por el comunismo, como ese dúo de incapaces que forman el presidente y el primer ministro, que despilfarraron combustible a mansalva para explicar lo que ahora se congela.
Si los Liniamientos tardaron 10 años en aplicarse y formar la ventolera del 11J, el paquetazo va camino del quinquenio porque el miedo corroe a los bandidos del río Mayarí y afluentes. Otro 11J se llevaría por delante los restos de una pretendida revolución que permutó la dependencia de Estados Unidos por la soviética, del chavismo y de la generosa y solidaria emigración cubana.
Cuando alguien quiera que algo no funcione y acumular fracasos consecutivos, solo debe contratar a los miembros del Buró Político y dejarlos emular socialistamente.
El castrismo atesora una prodigiosa colección de estupideces antihumanas y por eso se parece tan poco a la mayoría de los cubanos, jodedores, fraternos y capaces de crear riqueza en libertad.