Por Pucho Oroza
Varadero.- El 18 de enero de 2017, Iván Rodríguez fue inmortalizado en el Salón de la Fama en su primera oportunidad. Un digno reconocimiento a uno de los mejores receptores de la historia de la MLB.
Iván debutó el 20 de junio de 1991. Con 19 años se convirtió en el jugador más joven en ser cátcher en un juego de Grandes Ligas.
En su paso por Texas Rangers (1991-2001), Florida Marlins (2003), Detroit Tigers (2004-2008), New York Yankees (2008), Houston Astros (2009),Texas Rangers (2009) y Washington Nationals (2010) acumuló 2844 hits, incluyendo 572 dobles, 51 triples y 311 cuadrangulares. Anotó 1354 carreras e impulsó 1332, negoció 513 boletos y robó 127 bases, todo eso en 9592 veces al bate. Su línea Ave/OBP/SLG/ OPS fue de 296/334/464/798.
Rodríguez fue el primer receptor en lograr 30-jonrones, 100 carreras impulsadas y 100 carreras anotadas durante una temporada en la historias de las Mayores. Además, fue el primer máscara de la historia en conectar más de 20 cuadrangulares y robar 20 bases en el mismo año.
Tuvo 10 temporadas bateando por arriba de .300 de average, dos campañas con más de 100 anotadas, nueve con más de 30 dobles y una con OPS por encima de 1000. Es uno de los tres cátcher con 100 HR y 100 bases robadas en su carrera y pertenece al selecto grupo de cuatro receptores con 10 carreras remolcadas en una serie de postemporada.
Defensivamente fue otro monstruo. Líder de todos los tiempos en juegos detrás del plato con 2,427, unas nueve veces lideró su liga en % de sacados en segunda en intento de robo siendo líder de todos los tiempos en por ciento de cogidos robando con 46,68 %. En 20348 inning cometió sólo 142 errores para un promedio defensivo de 991, con 1227 asistencias y participó en 158 doble play.
Iván, el Terrible, fue 14 veces All Star, 13 veces ganador del Guante de Oro, siete veces ganador del Bate de Plata. Campeón de la Serie Mundial de 2003, MVP NLCS de ese año y MVP de la Liga Americana en 1999.
Hace 33 años debutó en las Grandes Ligas, hace siete es un inmortal de Cooperstown, fueron muchos años dando alegrías a su fanaticada, cuajando una carrera única, de amor a su país, a su posición, al béisbol. Gracias siempre Iván Rodríguez, sin temor a equivocarme, el mejor receptor de su generación.