Por Arnoldo Fernández ()
Contramaestre.- Contramaestre tenía una importancia extraordinaria como centro financiero de grandes negocios a escala nacional:
Existían 165 casas comerciales de toda índole; almacenes importadores, exportadores de café, maíz y frutos menores.
El poblado tenía seis plantas descascaradoras de café que beneficiaban unos 180 000 quintales anualmente, que al precio de $50 el quintal, alcanzó la cifra de $9 000. 000.00. Existían seis plantas desgranadoras de maíz que desgranan 1.000.000 de quintales, lo que equivalía a un total de 4.000. 000. 00 anuales.
Tenía cuarenta industrias, entre ellas sobresalían: fábrica de hielo, mosaicos, ladrillos, zapatos, muebles, garajes, talleres mecánicos, talleres eléctricos, aserríos, panaderías, carpinterías y ebanistería, entre muchísimas otras
Como pueblo de tránsito poseía hoteles que competían en calidad con los mejores de la provincia Oriente, entre los que sobresalían, el Carnero con 36 habitaciones ubicadas en un edificio de tres plantas, el Pérez con 30 habitaciones en dos pisos, el San Luis, 22 habitaciones en tres plantas. Existían otros de menor importancia, que no incluimos aquí. En el caso de los tres señalados, tenían platos reconocidos en toda la culinaria regional como el carnero
asado, el filete de trucha asado, la paella valenciana y el filete mignon.
En relación con el transporte, el Ferrocarril (1910) y la Carretera Central (1929), determinaron la prestación de varios servicios de ómnibus y trenes locales, provinciales y nacionales, con las siguientes salidas:
Guaguas:
29 salidas diarias hacia Santiago de Cuba.
29 salidas diarias hacia La Habana.
Tren:
Seis salidas diarias hacia Bayamo.
Seis salidas diarias hacia Santiago de Cuba.
Una línea de salidas permanentes de guaguas hacía diariamente el trayecto Central América, Maffo y Jiguaní.
Un dato interesante para comprender el desarrollo del poblado es que se convirtió en sitio ideal para que, la población del central América, Maffo, Ventas de Casanova, Santa Rita y el mismo Jiguaní, acudieran a hacer grandes ferias los fines de semana y con ello el flujo comercial alcanzó niveles elevados llegando a doce mil personas.