Por Mauricio de Miranda Parrondo
Cali.- Al referirse a los recientes y absurdos topes de precios y de ganancias decididos por la burocracia cubana, el primer ministro Marrero afirmó que era «injusto» el análisis que se hacía cuando se evidenciaba que los precios en las tiendas en monedas libremente convertibles que administra el Estado, convertidos a las tasa de cambio del mercado informal, resultaban más caros que los de las Mipymes.
Dijo que los «compañeros del GAE están buscando la forma de bajar los precios». ¿En serio? ¿Y para ellos no hay decreto? ¿Cómo va a haber decreto si ni siquiera la Contraloría se puede meter allí? ¿Propiedad social? Bien, gracias.
Pero la perla de esa parte de la intervención fue afirmar que el Estado trabaja con más dificultades para importar:
1) Pagando fletes más caros. ¿En serio? ¿Las compañías de fletes cobran más caros al Estado que al privado? ¿Qué pasa con los fletes y los volúmenes transportados?
2) Una tasa de cambio de 120 x 1. Pues precisamente esa tasa es ventajosa para importar porque está sobrevaluada. Veamos un simple ejemplo aritmético. Supongamos que GAESA importa productos por valor de 1.000.000 de USD. En pesos cubanos esa cantidad representa 120.000.000 de pesos. Ahora hagamos el ejercicio del privado que lo hace a la tasa de hoy de El Toque (310 CUP x 1 USD). Ese mismo millón de dólares le representa al privado 310.000.000 de pesos y como hace unos días estaba mucho más alta, pues más. Es decir, el privado debe pagar 90.000.000 de pesos cubanos más por el mismo millón de USD que el Estado, léase GAESA.
Finalmente, sugiero al primer ministro que no vuelva a decir que lo que hace GAESA se revierte en «mejorar las condiciones de vida del pueblo» cuando «EL PUEBLO», ni la Contraloría, ni la Asamblea Nacional del país pueden pedirle cuentas a ese emporio que es cualquier cosa menos socialista.
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