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Núremberg.- Anoche, solamente en la ciudad de Sancti Spíritus, murieron 26 personas con el dichoso virus que ya ni sé cómo llamarlo, porque muta, se mezcla con otros virus, y se convierte en un cóctel macabro.
Los enfermos corren el peligro de inflamación cerebral, y cuando eso llega, las posibilidades de salvación son mínimas. Añadido a estas desgracias, en Cuba no hay alimentos para frenar la virosis con las defensas altas. Desaparecieron las frutas, la leche, la carne; y hay hambruna con olor a muerte.
Si anoche ocurrieron 26 fallecimientos en una ciudad del centro, con apenas 150 000 habitantes, no quiero imaginar la cifra nacional de decesos.
Ahhh, pero el gobierno oculta, miente y colorea la situación nacional con la misma estrategia que utilizó en la COVID. Y para más, todavía enciende antorchas de la victoria, prometiendo mejor vida en poco tiempo y creando cortinas de humo. Lo ha hecho desde 1959.
No me importa Alejandro Gil, por mí como si lo fusilan; pero todos los del Comité Central, si tuvieran un tin de honor, se hacían el harakiri frente a las cámaras de la televisión en el horario de ConFilo.
Cualquier hijo de la gran p.. diría que estoy dramatizando y exagerando la situación – cuando la COVID me citaron varias veces para insultarme y decirme mentiroso y exagerado–; esa es la estrategia del poder porque, desde siempre, le ha preocupado más la opinión internacional que el verdadero problema.
¡Basta ya ! ¿Hasta cuándo es esto?
Por favor, cubanos. No podemos vivir sin la seguridad de que nuestros familiares llegarán vivos a la próxima semana.
Esto es un caos, un caos dentro de la gran mentira del gobierno cubano.