Enter your email address below and subscribe to our newsletter

VOY A ESCRIBIR DE “N A D A”

Comparte esta noticia
Por Esteban Fernández Roig Jr.
Miami.- Para dejarlos descansar y seguir con los “apreparos” de Thanksgiving no voy a escribir de NADA hasta el viernes. Sí, porque muchos escritores se sientan delante de las computadoras y piensan: “No sé de que escribir, no tengo NADA en mi cerebro”. Y entonces no escriben NADA.
Yo soy diferente, tengo un chorro de crónicas ya listas para publicar, pero hoy me entra la tentación de no escribir NADA.
NADA en el mundo es mejor que NADA. Y al final de la jornada, al cantar el manisero, todos dicen: “No somos NADA. NADA más que polvo y cenizas”.
La palabra NADA es sagrada para los vagos: “¿Qué hiciste hoy en el trabajo? “NADA”.
NADA demuestra caballerosidad. Por ejemplo, nos dicen: “Oye, me enteré que anoche saliste con Mariquita Pérez , y ¿qué pasó?” Un alardoso da detalles. Lo correcto es decir: “NADA, entre nosotros no pasó NADA”.
Los dueños de los periódicos donde yo escribo no me pagan NADA, en Facebook y en Nostalgia Cuba Francisco Valiente no me paga NADA, y eso es magnífico porque si usted se queja con ellos porque hoy no estoy escribiendo NADA no me pueden hacer NADA. Es más, no pueden ni rebajarme el sueldo porque no hay NADA que sea menos que NADA.
Mientras tanto, nunca la palabra NADA es más preciosa y esperada que cuando el Doctor termina de examinarnos y nos dice: “No tienes NADA”.
Y el NADA más lindo es cuando la hija sale por primera vez con un noviecito y no dormimos hasta que regresa y le preguntamos: “Mi niña ¿qué hubo, qué pasó?” y nos responde: “Tranquilo, papi, no pasó NADA”.
La palabra NADA se utiliza para denotar apatía patriótica y la gente lo señala diciendo: “Ese no hace NADA por Cuba”…
En el argot y en la jerga cubana NADA se decía: “Nananina jabón Candado” o “De eso Nada, monada”.
Y cuando el hombre se pasa mucho tiempo sin hacer el amor entonces la mujer dice a sus amigas: “Muchacha, mi marido de eso NADA de NADA”.
Nunca NADA es más terrible que cuando llega el estado de cuentas (statement) del Banco y nos damos cuenta que no nos queda NADA. Ahí es cuando NADA se convierte en “Me estoy comiendo un cable” o “Ahora si que no tengo ni donde amarrar la chiva”.
Y para terminar de hablar de NADA le diré que me encantan los comentarios sobre mis escritos, pero hoy no podrán comentar NADA porque no dije NADA, no dije “ni pío”… Y pa’mi que nadie va a tener NADA que decir…

Deja un comentario