
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Esteban Matasound
Escrúpulo, (del latín scrupulus), es una de las palabras más fascinantes del diccionario.
La RAE dice, como primer significado: «Duda o recelo que punza la conciencia sobre si una cosa es cierta, si es buena o mala”.
Sin embargo “escrúpulo” denomina la piedrecita que tanto incomoda cuando se mete en el zapato; nos llegó del latín “scrupulus”, diminutivo de “scrupus”, cuyo significado es: “piedra pequeña y puntiaguda”, que a menudo, era un problema para los legionarios romanos, durante sus largas marchas.
Las pequeñas piedras se infiltraban en sus sandalias «caligae», entre la planta de la sandalia y el pie, provocando molestias.
Los legionarios se enfrentaban a una dura elección: sufrir mientras seguían avanzando, o detenerse para sacar a las piedrecitas, a riesgo de frenar la columna y sufrir las reprimendas de sus superiores.
Tribunos, Legados y Senadores, que iban a caballo o se hacían llevar en literas, no tenían «scrupulus». De ahí que esa gente, (autoridades), no tenían “escrúpulos”
Con el tiempo la expresión «tener scrupulus» dejó el ámbito militar, para referirse a cualquier duda sobre la conducta a adoptar, por personas, que de ser así, pueden no tener escrúpulos.
Este artículo publicado por Esteban Matasound, en el grupo: “Fragmentos de la historia”
Imagen de IA