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RAÚL TORRES DEJÓ EXTRAVIADO EL CANDIL

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Por Manuel Viera ()
La Habana.- Ahí les dejo esta joyita. Nuestro amigo Raúl Torres anda protestando porque el pueblo, mucho no lo quiere y él quiere ser recordado cuando llegue a los museos.
Nada que el candil de nieve no ha calentado muchos corazones. Es muy triste tener que ir por el mundo exigiendo recordación y cariño.
Lo he escuchado hacerlo ya varias veces y realmente me choca mucho escucharlo exigir reconocimiento, porque un día rechazó ofertas millonarias y radicalizó su postura política.
Acá les dejo su post en Facebook para que lo disfruten, porque me parece que se le perdió el candeil:
(alguna vez conté que en otros países en muchas ocasiones intentaron comprar mi inspiración para venderme como compositor de canciones enlatadas y fue una de las cosas que más me convenció para regresar a seguir mi historia musical en Cuba, el hábitat natural del lirismo que me caracteriza en las canciones…) me quedé corto!
Una de las mayores vergüenzas que he vivido….
Hace aproximadamente quince días, visité el Museo de la Música de Cuba en compañía de unos amigos. Recorrimos sus instalaciones con admiración, impresionados por la calidad de la exposición, su impecable limpieza, y la cuidadosa cronología e historia detrás de cada artículo exhibido. Sin embargo, debo confesar que, desde el principio, tenía una expectativa personal: llegar a la sección de la trova y encontrar algún reconocimiento a mi trabajo, ya sea como compositor o como trovador.
Cuando finalmente llegamos a esa sección, ¡sorpresa! No había absolutamente nada. Ni una foto, ni un recuerdo, ni una mención a mi nombre. Nada. Fue profundamente decepcionante. Al preguntar a las guías de la sala si tenían algo sobre Raúl Torres, apenas me reconocieron. Una de ellas incluso tuvo la audacia de preguntar: «¿Quién es?» Mis amigos, que conocen bien mi trayectoria y mi aporte a la música, también se sintieron apenados por la situación.
Este hecho ha sido un duro revés para mí. No sé quién es responsable de semejante omisión, pero lo que sí sé es que es lamentable. No espero disculpas ni gestos que llenen ese vacío en mi alma. El no ser tenido en cuenta hirió aún más mi ego, algo a lo que lejos de acostumbrarme ya comienzo a verle su lado positivo y sus ventajas…pero, de alguna manera, también me alegro. Este episodio ha sido como el corrimiento de un velo, una oportunidad para ver cosas que antes no veía…. Hay algo que hice o hago mal y no me han dicho…(por ejemplo) A veces me dejo arrastrar por una pendiente y puedo no apreciar el precipicio justo en la orilla. Sin duda esto me impulsará a ser mejor y a mantener los ojos más abiertos.
Siempre supe que radicalizar mi pensamiento y expresar mis criterios, ya sea a través de mis canciones o de mis palabras, me traería problemas. Sin embargo, nunca imaginé que llegarían a este extremo. Hace algún tiempo, incluso consideré donar al museo la guitarra con la que compuse una canción dedicada a Fidel. Pero, a partir de ahora, ese instrumento tendrá otro destino: lo donaré a su familia, donde sé que estará en las mejores manos.
Lo que me resulta aún más sobrecogedor es que, mientras yo no estaba representado, sí había espacio para artistas que se han expresado de manera negativa contra nuestro proceso revolucionario, a pesar de haberse formado en nuestras escuelas y haber disfrutado de las oportunidades que este sistema les brindó, que igual creo que tienen todo el derecho a estar ahí representados por su excelente calidad como artistas . Tampoco vi menciones a otros trovadores y cantores, a quienes no nombraré por respeto, pero cuyas obras han sido un aporte invaluable a nuestra cultura y a la revolución.
Es fuerte, lo sé. Pero yo lo viví. Y hoy lo digo con firmeza: este es un llamado a la reflexión, no solo para mí, sino para quienes tienen la responsabilidad de preservar y honrar nuestra historia musical).

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