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(Tiempo al tiempo. El que entiende, ya entiende. El que no, dentro de unos años entenderá)

Por Javier Bobadilla ()

La Habana.- Pensé compartir una reflexión de Julio del 2022, del día en que supuestamente murió el General López-Callejas, en saludo al chisme nuevo de GAESA. Pero total…

¿Ustedes se acuerdan de él? Era muchisisísimo más importante que Israel Rojas y que La Joven Cuba.

Discúlpenme que vuelva a traer a La Joven Cuba a colación. Es que vi 11 minutos de la entrevista y aún no me recupero. Prometo no volverlo a hacer.

Puede que sí comparta la reflexión, después de todo. Que GAESA tenga 18 mil millones de dólares dando vueltas por ahí sin que nadie sepa dónde están ni cómo llegaron ahí, es una maravilla financiera del difunto. Dieciocho mil millones de dólares. Treinta años chupando fulas, con el chupón de la motobomba. Y si eso del chupón no te suena sexual, mejor revísate.

La mayor parte de ese tiempo, hemos sido 11 millones de cubanos. En ese dinero hay 15 centavos diarios de cada uno de nosotros desde que se fundó hasta ahora. Esa no es la ganancia total. Ahí habría que sumar los hoteles que se han construido, las casas de los generales, los hijos estudiando en el extranjero, etc. Dinero irrecuperable, pero que vale la pena sea mencionado.

¿Dónde está ese dinero?

No se sabe. López-Callejas tenía su tinglado muy bien armado. Recién ahora está empezando a fallar. Resistió más de lo que yo pensaba.

Ahora bien, la pregunta que todos estamos esperando: ¿Cuántas termoeléctricas se construyen con 18 mil millones de dólares?

Yo, que no soy ni remotamente un experto en la materia y saco las cuentas al trozo porciento, les puedo decir con una total seguridad, que ahí hay dinero para quintuplicar la capacidad generativa de Cuba, y sobra muchísimo dinero para comprar petróleo. Si los especialistas tienen números reales, por favor, serán bienvenidos.

¿Cuándo van a usar ese dinero para darle una mano de lechada de cal a los contenes de la Guiteras?

Nunca. Turismo e inmobiliaria. Es en lo único que invierten los militares. Sigan a Pedro Monreal en Twitter, X, o como quiera que ustedes le digan. Monreal les presenta ahí el número visto fríamente, en la belleza de las gráficas. Van a entender las inversiones y otras cosas que no se esperan.

Mejor que eso, ¿por qué no van a invertir en termoeléctricas?

Porque todavía no puede venir un general a decir que es el dueño de una termoeléctrica, y cobrar la corriente en dólares. El hotel y la inmobiliaria sí. No obstante, fata poco para que pueda.

¿El hotel necesita corriente para funcionar?

Sí, claro. Por eso tiene una planta propia con el combustible asegurado.

¿Y el hotel no necesita trabajadores que a su vez necesitan corriente en su casa, y el que dice corriente dice también agua, comida y transporte?

No, eso no está en el plan quinquenal. Un plan de inversión diseñado por gente enferma de egolatría. Gente convencida de su total superioridad, y que sabe que tú no vales nada, porque nunca te has hecho valer.

¿Cuánta Cristach se puede comprar con esos 18 mil millones de dólares?

Según las malas lenguas, Sandro no es apoyado, pero es tolerado. Le molesta a todos, pero sabe demasiado. Algo así me han dicho. A mí no me crean.

¿Qué sabe?

Nadie sabe, precisamente por eso sigue ahí, comprando toda la Cristach que quiera, y vendiéndola al precio que quiera. Al final, todas las Cristach son de GAESA, sin importar lo que diga el vampiro, que lo que está haciendo -sabiendo o sin saber-, es propaganda.

Dueña de la Cristach, porque GAESA es la dueña de la fábrica; y de todas las demás cervezas también, porque cada importación pasa por ella. Todavía hay quién duda que ese dinero sea real. Treinta años interceptando -ya sea directa o indirectamente- cada dólar que entra al país. 15 centavos al día por cada uno de nosotros.

No hace falta más. Eso, y un cerebro privilegiado que sepa esconder el dinero.

Yo prefiero tomarme la Cristach. Por lo menos Sandro me habla claro.

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