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Polarización y extremismos

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Por Dagoberto Valdés Hernández (centroconvergencia.org)

Pinar del Río.- Escuchando las noticias en Cuba, y en muchos lugares del mundo de hoy, podemos sentir y comprobar que nuestras sociedades han sufrido un acelerado proceso de degradación ética y cívica cuyos principales hitos y síntomas son: la crispación, la polarización y los extremismos.

Estos tres factores abren la puerta a la violencia y a la muerte que nadie quiere. Estos fenómenos surgen ante los acontecimientos más diversos y de distintos signos políticos: una invasión de una potencia a un país vecino, unas decapitaciones o crucifixiones en pleno siglo XXI por motivos religiosos, las guerras localizadas por diferentes causas, y también por causas menos violentas como las manifestaciones pacíficas o, incluso, el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a una mujer patriota y pacífica como María Corina Machado. En todos estos casos se desatan las más crispadas y polarizadas reacciones de un lado y del otro. Pareciera como si el respeto al diferente y la decencia ciudadana huyeran del acontecer cotidiano.

La crispación

Todo comienza por la crispación, esa especie de predisposición para reaccionar, atacar y no tolerar al otro, o negar lo que acontece. Es una cotidiana picazón frente al discrepante, una especie de alergia al diferente, viendo, en cada persona que no piensa como uno, a un enemigo; atacándolo con toda clase de epítetos, ofensas, etiquetas y caracterizaciones falsas y ofensivas como: terroristas, genocidas, fascistas, gusanos, subversivos, conspiradores, entre otros calificativos denigrantes que, sin ningún fundamento en la realidad, van abriendo el camino hacia la violencia.

La polarización

Tras esa crispación de acción-reacción, se precipita la polarización que es cuando la sociedad se divide en polos opuestos, se enfrenta y se considera al otro polo como enemigo, traidor, criminal o encarnación del mal y la mentira. Mientras el que condena se considera encarnación del bien y la verdad.

La polarización estira la liga de la tolerancia y lesiona el clima de la convivencia. Quien fomenta la polarización de una sociedad contribuye a su división y, a la larga, a su desintegración. Polarizar es desarticular. Polarizar es desmembrar a los miembros de una sociedad hasta convertirlos en enemigos.

Los xtremismos

Cuando la polarización se radicaliza, busca la eliminación del otro polo y accede a la violencia. El extremismo político o religioso es el peor cáncer que puede dar muerte a la convivencia de los pueblos. Los extremismos enconan, carcomen y pudren a las personas y a la sociedad. El extremismo es la antesala de la violencia. Y la violencia de los extremistas es mortal.

Propuestas

En los actuales momentos peligrosos y agresivos de crispación, polarización, extremismos y violencia, no debemos quedarnos en el lamento. Son más necesarias que nunca las propuestas de justicia y paz.

1.Frente a la crispación debemos educar para el respeto, la tolerancia y la inclusión de los diferentes.

2.Frente a la polarización debemos educar en la convivencia y la unidad desde la diversidad. Promover los consensos con base en una ética de mínimos. Buscar y destacar los puntos de encuentro, los puentes de unidad, los valores que consolidan la convivencia fraterna.

3.Los extremismos de izquierda y de derecha, todos los extremismos, religiosos o políticos, deberían ser prohibidos por ley. Una Ley de Convivencia y de amistad cívica, debería ser propuesta.

4.Los premios internacionales son, y deberían ser considerados como reconocimiento de los premiados y, además, para presentar al mundo los modelos de vida, los valores determinantes y los métodos pacíficos, que son capaces de impulsar a los pueblos por los caminos de la libertad, la democracia y la paz.

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