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Moscú.- Investigadores de la británica Universidad de Aberystwyth demostraron que las piedras del monumento de Stonehenge no fueron llevadas a Inglaterra por un glaciar. En cambio, fueron transportadas desde Gales por humanos, informó el periódico Daily Mail.
Según el medio, el estudio se centró en el análisis de la roca conocida como Newall, una de las llamadas «piedras azules». Tras aplicar análisis geoquímicos y microscópicos, los científicos confirmaron que su composición es idéntica a la de las formaciones de Craig Rhos-y-felin en Gales. Estas formaciones están a 200 kilómetros de distancia.
«Fue traída aquí por los humanos y no por los glaciares (…), porque los glaciares habrían dejado una distribución mucho más dispersa de piedras similares en toda la región. Esto es algo que no se ha encontrado», señalaron los investigadores citados por el periódico.
Transportar estos bloques de piedra de más de tres toneladas desde Gales habría requerido una hazaña logística extraordinaria. Los arqueólogos sugieren que se usaron trineos de madera, cuerdas y senderos preparados de antemano.
Según los cálculos, habrían sido necesarios unos 500 hombres usando cuerdas de cuero para arrastrar cada piedra. Además, otros cien habrían sido encargados de colocar los rodillos delante del trineo.
Curiosamente, mientras las piedras sarsen de 20 toneladas fueron traídas de zonas cercanas al condado de Wiltshire, a unos 32 kilómetros de distancia, la llamada piedra del Altar procede de Escocia. Esta última está a 750 kilómetros.
Algunos expertos opinan que el monumento de Stonehenge, construido hace unos 4.000-5.000 años, fue un centro ceremonial para ponerse en contacto con los ancestros. Está ubicado a 130 kilómetros al suroeste de Londres, en el condado inglés de Wiltshire e incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. (Sputnik)