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MIJAÍN LÓPEZ, EL ORO OLÍMPICO Y SUS CIRCUNSTANCIAS

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Por Eloy Viera Cañive ()
La Habana.- Las circunstancias del triunfo de Mijaín, la efusividad de la celebración del designado continuista, el hecho de que haya sido contra un cubano exiliado que lo considera amigo y guía son símbolos del estado actual del régimen que produjo y contribuyó a ese escenario.
Mijaín es el último cartucho que le queda al movimiento deportivo cubano. De aquello que era derecho del pueblo -como de la épica que en algún momento acompañó al sistema- hoy solo quedan vestigios. Mijaín y sus zapatillas sobre el colchón al final del combate son la prueba de ello.
La efusividad de los festejos de Canel (tres tweets en una hora), incluida su mención a que Mijaín representa al pueblo cubano que “no se vende”, es la muestra de que Mijaín es utilizado por un régimen decadente -y sin reparos de su parte- para remarcar la diferencia que ese mismo régimen ha creado entre la nación que hoy muchos dicen que Mijaín representa de forma absoluta e indubitada. Nada más lejos de la verdad.
https://elvigiadecuba.com/index.php/2024/08/06/no-me-interesa-la-hazana-de-mijain-quiero-que-gane-yasmani-acosta/
Yasmani Acosta -el retador de Mijaín- es parte de las circunstancias que rodean no a Mijaín sino a su triunfo. Tuvo que salir de Cuba para no seguir a la sombra del “Gigante de Herradura” pero tuvo que hacerlo, además, escapando del control de un aparato de seguridad que lo despojó de sus documentos para dificultar su “deserción”. Pero por otra parte, Yasmani representa más que eso. Representa la esperanza de una posible reconciliación entre cubanos en tanto es un cubano que ha sufrido la violencia del sistema pero pudo sobreponerse, diferenciar responsabilidades individuales y seguir llamando amigo a Mijaín. Yasmani es también un cubano con suerte. Un cubano que sintió un nivel de violencia que le permitió sobreponerse. La santidad es un camino reservado para pocos y el régimen cubano tampoco es que la ponga fácil.
Pero Yasmani reúne en sí mismo la esperanza y las contradicciones existentes en la nación cubana. En su condición de víctima y exiliado representa también al segmento de la nación cubana marcado por la estigmatización y la discriminación política promovida por el mismo régimen al que Mijaín defiende y del que no se ha separado a pesar de la evidencia de sus desmanes. Un régimen que hoy celebra a Mijaín López no solo por su talento y sus logros deportivos sino por su fidelidad y obediencia.
https://elvigiadecuba.com/index.php/2024/08/07/yasmani-el-luchador/
Deportivamente Mijaín López merece ser celebrado. Pero su triunfo y las circunstancias que lo rodean también merecen ser descritas y señaladas. No hay porqué pedirle a los que hoy celebran a Mijaín que no lo hagan. Pero tampoco hay porqué exigirle autocensura a quienes señalan a Mijaín y las circunstancias que rodean su triunfo.
Puede ser una imagen de 5 personas, multitud y texto que dice "9:53 47% Ahora que el súper campeón de los dizque activistas súper lumbreras de lucha por la libertad de Cuba se han rasgado las vestiduras felicitando a su campeón, estaría bien que se sumen a la celebración también con el ... Ver más Me gusta 7 reproducciones Comentar Enviar Compartir Escribe un comentario... သကိင်် Justo に hador MITOITSI"Ambas posturas perfectamente pudieran coexistir. Porque si bien la filiación política de Mijaín, su fidelidad al régimen del partido comunista y su violencia contra activistas no son suficientes para disminuir su logro deportivo, sí lo son para disminuir su evaluación como persona.
Como diría mi querida Hilda Landrove: las bases de la discusión, de la cancelación si se quiere, estarían mucho más claras si estuviéramos hablando de un racista consumado o un acosador sexual. Pero estamos hablando de si un deportista como Mijaín es cómplice o no de un régimen dictatorial violador de los derechos humanos. Y ahí entonces -también desde un complejo de culpa- comienzan los relativismos.
E insisto en esta idea, porque si algo ha quedado claro de la discusión en torno a Mijaín, es que -contrario a lo que muchos han dicho- el pentacampeon olímpico no es un símbolo que ha unido -ni por un instante- de forma indiscutida a “toda” la nación cubana.
Lo más cercano a ese símbolo que tenemos todavía los cubanos es a José Martí y a la Virgen de la Caridad del Cobre. Y Mijaín puede que tenga cinco oros olímpicos pero no es Martí y ni tan siquiera creo -por razones físicas- que quepa en el bote de Cachita.
Así que a medir al hombre y sus circunstancias que Maradona era un crack y no por eso fue menos drogadicto y pedófilo.

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