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Marie Duplessis, la mujer amada para siempre

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Por Datos Históricos

La Habana.- En enero de 1847, Marie Duplessis murió sola en una habitación de París. Tenía apenas 23 años. Pero detrás de ese nombre elegante se escondía una historia mucho más cruda: la de Rose Alphonsine Plessis, nacida en la pobreza, marcada por la violencia y empujada a sobrevivir desde niña.

A los 14 años fue llevada a París. No sabía leer ni escribir. Lavaba ropa por monedas. Pero tenía algo que cambiaría su destino: una belleza magnética y una determinación feroz.

Aprendió rápido. A moverse entre artistas, a hablar con refinamiento, a vestirse como una dama cuando solo tenía monedas en el bolsillo. Pronto se convirtió en la reina de las cortesanas. Codiciada por nobles, deseada por músicos, admirada por escritores. Entre sus amantes estaban Franz Liszt, el conde Stackelberg y Alexandre Dumas hijo, quien la inmortalizaría más tarde como la Dama de las Camelias.

Pero la realidad siempre fue otra. Detrás del lujo, la soledad. Detrás del perfume, la tos de la tuberculosis.

Marie ayudaba a huérfanos, protegía a mujeres como ella. Se casó en busca de estabilidad, pero no encontró más que un lecho de enfermedad. Murió joven, con una criada a su lado y unos pocos médicos. Nadie más.

Sin embargo, en su funeral, el cementerio de Montmartre se llenó. No por lo que fue, sino por lo que representó: la belleza que resiste al olvido. El sufrimiento que nadie ve. La flor que se abre… justo antes de caer.

Marie Duplessis no murió del todo. Vive en las palabras de Dumas, en la música de Verdi, y en cada historia de quien nunca fue amada a tiempo, pero fue amada para siempre.

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