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María Teresa Rafaelly en Santo Domingo: “Donde se sientan los presidentes, no se sientan los dictadores”

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Santo Domingo.- Con la contundencia de quien cree llevar la verdad como escudo, María Teresa Rafaelly, miembro del partido Republicano, empresaria y activista cubanoamericana, plantó su denuncia en tierra dominicana. Su voz, cargada de treinta años de exilio y el fuego encendido por el estallido social del 11 de Julio de 2021 en Cuba, no titubeó al señalar a los que ella considera los grandes delincuentes del continente: “Vengo a denunciar a Miguel Díaz-Canel, a Nicolás Maduro, a Daniel Ortega. Esos no se pueden sentar en la silla de los presidentes. A eso vengo acá”. Su declaración, un cuchillo afilado contra los regímenes que califica como víctimas del comunismo, buscaba reforzar ante el presidente Luis Abinader la exclusión de esas naciones de los foros hemisféricos.

La Presidenta de la organización «Solo el Pueblo Salva al Pueblo», con sede en Miami, no es una política de carrera. Recalca que su activismo nació de la impotencia y la solidaridad al ver a su pueblo cubano levantarse para reclamar libertades que ella disfruta hace tres décadas. Desde esa trinchera, lanzó un dardo envenenado hacia la primera dama cubana, Lis Cuesta: “No apoyamos sus recientes declaraciones. Ella no representa a la mujer cubana”. Y sentenció: “Dictadores como su esposo, Maduro y Ortega, no tienen lugar en este sitio acá”.

Cuando defiende la verdad, no tienes miedo

Aunque consciente de los ojos que la vigilan, Rafaelly proyecta una desafiante sensación de impunidad moral. “Cuando defiendes una verdad, no tienes miedo”, afirmó, desafiante. “Solo aprovecho para dejarle saber a ellos que los delincuentes no somos nosotros. Acá no hay ningún peligro”. En su mirada no había rastro de pánico, sino la fría determinación de quien usa cualquier tribuna para desnudar, a su juicio, la cruda realidad de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Su objetivo inmediato es claro: la X Cumbre de las Américas. Con un “poderoso abrazo libertario”, envía un mensaje de apoyo a la posición del gobierno anfitrión. “Queremos que no falten los presidentes, pero que Abinader no dé un paso atrás”, exigió. “No debe dar marcha atrás con la invitación negada a Díaz-Canel, Maduro o Ortega”. Para ella, la legitimidad de la cita depende de la exclusión de aquellos a quienes no considera jefes de estado legítimos, sino tiranos sometiendo a sus pueblos.

Esta postura no es aislada y se enmarca en una visión geopolítica más amplia. Rafaelly no dudó en extender su respaldo al presidente Donald Trump, a cuyo grupo de apoyo pertenece, “por querer hacer una América grande”, un ideal que, según ella, se alinea con su lucha por “hacer también una patria grande en libertad”. Mientras mostraba un cartel con la foto de Díaz-Canel y la palabra “ASESINO”, su llamado final fue al resto de los mandatarios regionales: que no dejen sillas vacías, pero que esas sillas estén ocupadas por líderes democráticos.

El mensaje final de María Teresa Rafaelly, quien también es Notario Publico en el estado de la Florida, fue una advertencia directa, un cierre categórico para cualquier intento de negociación: “Díaz-Canel y Lis Cuesta, no traten de negociar, porque donde se sientan los presidentes no se sientan los dictadores”. Una frase que resume su combate: una línea infranqueable entre lo que ella ve como la democracia y la tiranía, y una batalla que, desde Santo Domingo, asegura no dará ni un paso atrás.

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