Enter your email address below and subscribe to our newsletter

Los migrantes y todas esas lecturas paralelas

Comparte esta noticia

Por Eduardo Díaz Delgado ()

Lo voy a decir una vez. No estoy de acuerdo con la inmigración descontrolada pero tampoco apoyo el trato a los emigrantes ilegales como si todos fueran delincuentes.

Tratar a todos por igual es una forma de injusticia tremenda. Estar en contra del igualitarismo debería ponerte en contra de esto.

Por otro lado, buscar un lugar mejor es tan viejo como el hombre, pero en las condiciones actuales, ser recibido no es un derecho. Hace 100 años no había estado de bienestar con los gobiernos con enorme gasto público para redistribuir las riquezas basándose en unos impuestos tan agresivos.

En los lugares que tienen unas muy buenas, y costosas, condiciones creadas y muchas facilidades para sus sociedades, que son las que financian esta prosperidad es de esperarse recelo en la aceptación de la inmigración.

Los países que tienen sus puertas abiertas y tienen estas características terminan reduciendo lo que ofrecen y cargando de más impuestos a los contribuyentes.

Este problema es algo que las sociedades desarrolladas deben resolver en esta década.

Pero este problema, que no es nuevo, no debe usarse para criminalizar a toda la inmigración que reciben estos países. Soluciones agresivas y totalmente violentas son tremendamente injustas.

En los países del primer mundo hay mucha gente muy buena con origen en otro país, regularizados o no. Resolver el problema pasa por analizar de forma justa quién aporta y quién se integra a estas sociedades y separarlo del desastre que se cuela para delinquir.

Así, no veremos desaparecer esta injusticia y tantas escenas tétricas de gente buena pagando por cuanto delincuente hay suelto por ahí.

Deja un comentario