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Por Anette Espinosa ()
La Habana.- Los tsunamis son una de las fuerzas más destructivas de la naturaleza, generados principalmente por terremotos submarinos, erupciones volcánicas o deslizamientos de tierra.
Estas gigantescas olas han arrasado costas enteras a lo largo de la historia, dejando muerte y destrucción a su paso.
A continuación, presentamos un ranking de los 10 tsunamis más grandes registrados, ordenados de menor a mayor impacto, con detalles sobre sus causas y consecuencias.
El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9.1 frente a la costa de Japón desencadenó un tsunami con olas de hasta 40 metros. Aunque el país contaba con avanzados sistemas de alerta, la fuerza del maremoto superó todas las defensas, provocando el desastre de Fukushima y más de 18,000 muertos.
Tras un terremoto estimado en 8.5–9.0, olas de 20 metros barrieron Lisboa, Cádiz y Marruecos el 1 de noviembre de 1755. El evento, seguido de incendios, mató a unas 100,000 personas y cambió para siempre la arquitectura antisísmica en Europa.
La erupción del volcán Krakatoa en 1883 generó olas de 40 metros que arrasaron las costas de Java y Sumatra. Murieron 36,000 personas, y el estruendo de la explosión se escuchó a 4,800 km de distancia.
Un terremoto de 9.0 cerca de Arica (entonces Perú, hoy Chile) produjo un tsunami con olas de 16 metros que impactaron en Hawái, Japón y Australia. El saldo fue de 25,000 víctimas.
El 15 de junio de 1896, un maremoto con olas de 38 metros golpeó la costa de Sanriku sin previo aviso (el terremoto fue leve). Murieron 22,000 personas, muchas durante festivales costeros.
El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de 9.1–9.3 en Sumatra generó el tsunami más mortífero de la historia: olas de 30 metros mataron a 230,000 personas en 14 países, desde Indonesia hasta Somalia.
El terremoto más potente jamás registrado (9.5) provocó un tsunami que cruzó el Pacífico el 22 de mayo de 1960. Las olas de 25 metros dejaron 6,000 muertos y daños en Hawái, Japón y Filipinas.
Tras un sismo de 8.6–9.3, olas de 25 metros barrieron el sur de Japón el 28 de octubre de 1707. Unos 30,000 fallecieron, y se cree que el desastre influyó en la erupción del Monte Fuji (1708).
El 26 de enero de 1700, un terremoto de 9.0 en la zona de subducción de Cascadia generó un tsunami que llegó a Japón (donde se registró como «tsunami huérfano»). Las olas arrasaron pueblos nativos americanos en Norteamérica.
El 21 de julio del 365 d.C., un terremoto de 8.5+ cerca de Creta levantó olas de hasta 50 metros que devastaron Alejandría y otras ciudades. El historiador Amiano Marcelino describió barcos arrojados sobre tejados. Murieron más de 50,000 personas.
Conclusión
Estos eventos demuestran el poder implacable de los tsunamis, capaces de alterar civilizaciones en minutos. Aunque hoy existen sistemas de alerta, la mejor defensa sigue siendo la prevención y el respeto a la fuerza de la naturaleza.
¿Conocías alguno de estos tsunamis? La historia nos recuerda la importancia de estar preparados.