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Por Manuel Viera ()
La Habana.- Caminaba la familia Viera por la Habana Vieja hace unos días y a la Brenda se le antojó un refresco. Fuimos a la primera cafetería particular que nos encontramos en las cercanías de La Catedral y allí había muchos para elegir.
Había desde los 180 pesos, refrescos y cervezas importados. Producidos en lugares tan lejanos como México, Colombia, España u Holanda. Había incluso refrescos como Coca Cola, Fanta, Pepsi, en precios entre 200 y 230 pesos.
La Brenda rápidamente le puso el ojo a la Tukola, porque sí. Aunque ya casi no se ven había Tukola de latica. Me dirigí a la chica que vendía y le pedí el refresco y ahí fue cuando me dijo:
– Pero ese cuesta 350 pesos. ¡Es Tukola original, de la que ya no hay!
De cualquier forma, le compré el refresco a la niña pero me fui preocupado de allí pensando en que si mañana me encontrara un par de kikos plásticos, aquellos de antaño o una camisa Yumurí me costarían sin dudas más que unos tenis Nike Jordan o que una camisa Lacoste. ¡Incomprensible!