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Por Pedro Monreal (El Estado como tal)
La Habana.- En 2024 el peso relativo de las ventas minoristas no estatales en pesos cubanos superó por primera vez el % de las ventas estatales, con predominio de MIPYMES privadas en el sector no estatal y con notable caída en el valor “real” de las ventas estatales de alimentos.
En la modificación del peso relativo del sector estatal y no estatal en el valor total de las ventas minoristas deben haber influido las dinámicas distintas de precios en esos sectores. No se dispone de datos físicos (toneladas, etc.) para entender mejor el cambio de la estructura.
Las MIPYMES ampliaron en 2024 su peso relativo en el total de ventas minoristas del país (29,4%) seguidas de cerca por el trabajo por cuenta propia (24,9%). No se publica información oficial sobre la composición de las ventas por tipos de productos/servicios.
El dato más relevante del reciente informe de venta minoristas enero-diciembre 2024 es el que se obtiene cuando se ajustan a la inflación las ventas estatales de alimentos: una notable contracción de 42,7% en el valor “real” de las ventas en apenas 2 años.
Aunque se carece de cifras oficiales sobre las ventas minoristas de alimentos del sector no estatal, parece razonable asumir que el hundimiento de las ventas estatales produjo una modificación de cuotas de mercado a favor de MIPYMES y TCP.
En el derrumbe del mercado de alimentos en pesos influyen procesos en ambos lados de la ecuación: contracción de oferta (crisis agropecuaria + escasez de divisas para importar) y contracción de demanda (empobrecimiento masivo y nivel insuficiente de remesas).
Siendo los alimentos un componente crucial de las compras de los hogares, esa rápida contracción incide en un desfondamiento del mercado minorista en pesos.
La demanda de consumo físico está insatisfecha, pero la demanda solvente es débil debido a bajos salarios estatales y pensiones que no son compensados por las remesas. Sin embargo, la oferta nacional (sobre todo alimentos) está aún más deprimida y sigue tensando los precios.
La crisis agropecuaria deriva en un elevado % importado de ventas (estatales y privadas) que tiende a desconectar el comercio minorista del tejido productivo, limitando los encadenamientos entre el mayor componente del sector privado (agro) y las MIPYMES.
Es prematuro considerar que la modificación de la composición a favor de las ventas minoristas no estatales expresa la transición hacia una estructura económica híbrida en Cuba en términos de formas de propiedad. Permanece robusto el anclaje a una variante del modelo soviético.
Link del informe de ONEI “Ventas de bienes y servicios minoristas. Enero- diciembre 2024 https://www.onei.gob.cu/…/ventas-de-bienes-y-servicios…