
LA HISTORIA DETRÁS DE LA OBRA: «ORPHANED», DE NIKOLAY KASATKIN (1891)
Por Edi Libedinsky ()
Buenos Aires.- Pintada en 1891 por el artista ruso Nikolay Kasatkin, Orphaned es una representación sombría de dos niños que lloran junto a una tumba, probablemente la de un padre.
Kasatkin, conocido por su dedicación a retratar las luchas de los pobres y la clase trabajadora, fue miembro de los Peredvizhniki (Viajantes), un grupo de artistas enfocado en el realismo social.
Esta obra refleja las duras realidades que enfrentan los niños huérfanos en la Rusia rural, capturando su aislamiento en un vasto y desolado paisaje. Los colores apagados y el escenario desolador subrayan el profundo sentido de pérdida y abandono, invitando a los espectadores a reflexionar sobre temas de mortalidad, pobreza y resiliencia.
Simbolismo y Detalles: El paisaje estéril y carente de color, junto con la ropa desgastada de los niños, simbolizan las dificultades y privaciones de la vida rural en la Rusia del siglo XIX.
Las simples cruces de madera y la ausencia de figuras adultas amplifican la vulnerabilidad y soledad de los niños. El niño se arrodilla, con la cabeza inclinada, mientras el más pequeño se encuentra de pie detrás, evocando un duelo silencioso y sutil. Esta expresión contenida de tristeza, típica del trabajo de Kasatkin, se centra en la dignidad y la resistencia de las personas comunes ante la adversidad.
¿Por qué importa hoy?:
Orphaned sigue siendo relevante como una poderosa representación de la pérdida infantil y las luchas de los desfavorecidos. El compromiso de Kasatkin con el realismo social llama la atención sobre los olvidados y marginados, resonando con las audiencias contemporáneas que enfrentan problemas similares de pobreza e inequidad social.
La pintura fomenta la empatía y una comprensión más profunda de la resiliencia necesaria para soportar la pérdida, especialmente para los niños en circunstancias vulnerables.