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La historia de la Viuda Negra

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Por Edi Libedinsky ()

La historia de Nannie Doss, conocida tristemente como la «Abuelita Risitas» o la «Viuda Negra», es un escalofriante relato de una asesina en serie que operó en Estados Unidos durante décadas, cobrándose la vida de al menos cuatro de sus esposos, dos de sus hijas, su hermana, su madre y un nieto, todo por motivos económicos y por una retorcida búsqueda del «amor verdadero».

Una Infancia Difícil y el Inicio de una Oscuridad

Nannie Hazle nació en 1905 en Blue Mountain, Alabama, en una familia empobrecida. Su infancia estuvo marcada por la adversidad. A los 7 años, sufrió una lesión en la cabeza durante un accidente de tren, lo que, según ella, le provocó dolores de cabeza y apagones durante años, y que algunos han sugerido que pudo haber afectado su desarrollo mental. Fue obligada a dejar la escuela a una edad temprana para trabajar en la granja familiar y, según se dice, su padre era abusivo.

Sus primeros años estuvieron llenos de un deseo por el romance que parecía sacado de las novelas baratas que devoraba. Este anhelo la llevó a una serie de matrimonios que terminarían en tragedia.

Los Matrimonios Fatales

Nannie se casó por primera vez a los 16 años con Charley Braggs en 1921. Tuvieron cuatro hijas. Charley era alcohólico y abusivo, y la relación era miserable. En 1927, dos de sus hijas murieron repentinamente, supuestamente por intoxicación alimentaria. Aunque no se investigó a fondo en ese momento, Nannie sería considerada culpable de estas muertes años después. Tras 16 años de matrimonio, Charley la abandonó, y Nannie empezó a coleccionar seguros de vida.

Su segundo matrimonio fue con Frank Harrelson en 1929. Frank también era alcohólico y, según Nannie, abusivo. Para deshacerse de él, Nannie mezcló veneno para ratas en su whisky. Frank murió en 1945, y Nannie cobró el seguro de vida.

En 1947, Nannie se casó con Arlie Lanning, a quien conoció a través de un servicio de citas por correo. Arlie también era alcohólico y mujeriego. Murió en 1950 de lo que se dictaminó como insuficiencia cardíaca, pero no sin antes dejarle a Nannie un seguro de vida. Curiosamente, la casa de Arlie se quemó poco después de su muerte, y Nannie cobró el seguro de la propiedad.

Su cuarto esposo fue Richard L. Morton, con quien se casó en 1952. Morton era un hombre aparentemente «normal», sin los vicios de sus predecesores. Sin embargo, Nannie se aburrió rápidamente de él. Lo envenenó con arsénico en una tarta de manzana solo tres meses después de casarse, nuevamente cobrando el seguro de vida.

El Caso de Samuel Doss y el Descubrimiento

El último esposo de Nannie fue Samuel Doss, con quien se casó en 1953. Samuel era un ministro metodista conservador, muy diferente de los hombres anteriores. No le gustaban las películas de vaqueros o las historias románticas que Nannie tanto amaba. Apenas unos meses después de la boda, Samuel fue hospitalizado con síntomas de gripe. Mientras se recuperaba, Nannie le llevó un pastel y una cafetera llena. Poco después de beber el café, Samuel murió el 5 de octubre de 1954.

Esta vez, el médico de Samuel, el Dr. J.C. Rosser, sospechó. Samuel había estado mejorando y su muerte fue repentina y sin explicación clara. Ordenó una autopsia, algo inusual para la época en casos de supuesta muerte natural. Los resultados fueron impactantes: se encontró una gran cantidad de arsénico en el cuerpo de Samuel.

La Confesión de la «Abuelita Risitas»

Con la evidencia del envenenamiento, la policía confrontó a Nannie. Para sorpresa de los detectives, Nannie no opuso resistencia y, de hecho, se rio y confesó con asombrosa calma. Relató sus crímenes con un comportamiento que llevó a los periódicos a apodarla la «Abuelita Risitas» (The Giggling Granny), dado su aspecto inofensivo y su risa inoportuna mientras detallaba sus horribles actos.

Durante el interrogatorio, Nannie confesó haber asesinado no solo a sus esposos, sino también a su propia madre (para cobrar un cheque), a su hermana (que le había quitado el protagonismo con un nacimiento), y a su nieto (quien era el último en la línea para recibir el dinero de una herencia que Nannie también quería). Se sospecha que pudo haber matado a muchas más personas, incluyendo a las dos hijas que murieron en su primer matrimonio.

El Encarcelamiento y Muerte

Nannie Doss fue acusada de asesinato en primer grado. En 1955, fue declarada culpable y sentenciada a cadena perpetua. Aunque se consideró la posibilidad de la silla eléctrica, su aparente «demencia» y su cooperación con las autoridades la libraron de la pena capital. Nunca mostró remordimiento por sus crímenes, alegando que solo buscaba al «amor verdadero» que nunca encontró y que mató a sus maridos porque eran abusivos o la decepcionaron.

Murió de leucemia en el Hospital Penitenciario del Estado de Oklahoma el 2 de junio de 1965, a la edad de 59 años. Su historia es un oscuro recordatorio de que la maldad puede presentarse bajo la apariencia más dulce y de que la búsqueda egoísta puede llevar a la destrucción más allá de lo imaginable.

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