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La asimetría absurda: por qué Cuba necesita empresas privadas grandes

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Por Pedro Monreal (El Estado como tal)

La Habana.- Estadísticas de la reciente encuesta nacional de ocupación (ENO) 2024 indican la conveniencia de liberalizar la política de MIPYMES. También sugieren legalizar empresas privadas nacionales “grandes” en Cuba (>100 empleados). Sin embargo, hoy eso no es políticamente admitido.

El sector no estatal emplea 31,5% de la fuerza laboral nacional. Fue establecido como suplemento del estatal. Desde el poder político se ha impuesto un modelo no estatal institucionalmente rudimentario. Solamente 4,5% de la ocupación no estatal es en MIPYMES.

En Cuba, el sector estatal y no estatal tienen estructuras ocupacionales muy asimétricas. En el estatal predomina ocupaciones gerenciales, científicas, técnicas y administrativas. Mientras, en el no estatal predomina ocupaciones directas de servicios y producción.

La asimetría ocupacional entre lo estatal y lo no estatal es el resultado del intento. Se intentó “flexibilizar” el esquema de planificación centralizada creando un espacio de absorción -principalmente privado- de fuerza laboral que el sector estatal no prioriza sostener.

De la algarabía de las MIPYMES a nada

La implementación de tal “flexibilización” ha terminado en una estructura ocupacional bifurcada, en vez de complementaria. Un sector estatal tiene un patrón ocupacional mucho más intensivo en capacidad gerencial y científico-técnica que el sector no estatal.

Esa asimetría es “normal” cuando un sector estatal con grandes empresas y prioridad en la asignación de recursos coexiste con un sector no estatal. En este sector predominan actividades de “personas naturales” y MIPYMES. Sin embargo, en Cuba las diferencias son excesivas y requieren corrección.

La pequeña escala en general no favorece la intensidad tecnológica. Elevarla en el sector no estatal exigiría una política de MIPYMES diferenciada para el segmento de las empresas “medianas” (más probabilidades de ampliar escalas) y la legalización de empresas privadas grandes.

Una mejor absorción privada de ocupaciones con intensidad tecnológica y gerencial favorecería la productividad, los salarios, el crecimiento del PIB y la competitividad internacional. Persistir en la bifurcación desacopla el tejido productivo y genera eficiencia subóptima.

El estrecho marco que ofrecen los documentos de la “conceptualización” condujo a que se hayas pasado rápidamente de la algarabía inicial. Esto con las MIPYMES al estado de parsimonia actual contribuye a prolongar la estructura ocupacional seccionada del país.

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