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JIM ABBOTT, UNA VOLUNTAD TREMENDA

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Por Pucho Oroza
Varadero.- El 8 de abril de 1989 debutó en Las Grandes Ligas el atleta con una discapacidad física más reconocido en los Estados Unidos, el increíble Jim Abbott. Llegar a ese punto no fue fácil, tuvo que vencer muchos obstáculos, debido a una deformidad congénita en su mano derecha, pero su fuerza de voluntad y su confianza en sí mismo lo llevaron a superarlos.
Una cosa sí era cierta: tenía talento. En la categoría Senior asombró a técnicos, coachs y jugadores, allí hizo de todo: esa temporada pegó 7 cuadrangulares y tuvo un promedio de .427, además como pitcher tuvo récord de 10-3 y una microscópica efectividad de 0.76 y promedió dos ponches por entrada. Incluso, en la preparatoria fue el Quarterback titular del equipo de Futbol Americano.
En 1985 ya los Blue Jays lo habían seleccionado en la ronda 35 del draft, pero declinó firmar y asistió a la Universidad de Michigan. Allí se convirtió en el primer jugador en ganar el Premio Sullivan como mejor atleta amateur en los Estados Unidos y a los 20 años, ganó el “Golden Spikes Award” (El premio al mejor beisbolista amateur de los Estados Unidos).
Con esos grados enfrentó al equipo Cuba, erigiéndose cómo el primer pitcher de Estados Unidos en derrotar al Equipo Nacional en Cuba, en 25 años. También los tuvo perdiendo en Parma, cuando Gurriel le dió aquel espectácular jonrón para empatarle el juego antes de saltar al profesionalismo. Fue campeón en el Torneo de exhibición de los Juegos Olímpicos de Seúl, siendo el ganador del juego por el Oro.
Los Angels lo escogieron en la primera ronda del Draft de 1988, siendo el decimosexto jugador desde que inició el Draft amateur en 1965, en no pasar por el sistema de Ligas Menores y llegar directo a la Gran Carpa. En su carrera de 10 años ganó 87 juegos y perdió 108, participó en 263 juegos, dónde completó 31 y dió seis lechadas, en mil 674 innings permitió 791 carreras para un PCL de 4.25, su WHIP fue de 1.43 y recetó 888 ponches.
En 1991 quedó tercero en la votación del Cy Young y fue AL TSN All Star, ese año ganó 18 juegos y tuvo una efectividad de 2.89 y ponchó a 158 bateadores.
El 4 de septiembre de 1993, Abbott estaba con los Yankees y lanzó un No Hitter a los Indios de Cleveland, algo que ya había hecho en su primer juego como lanzador en las Ligas Menores con 11 años de edad. En 1995 fue premiado con el Hutch Award.
Jim Abbott, es un ejemplo de superación, de sobreponerse a todos y a todo. Su mecánica de pitcheo y sus rápidos movimientos de lanzar-fildear fueron tan sorprendentes y mediáticos como efectivos. Su nombre e impronta en el deporte es un ejemplo de que cuando hay empeño todo es posible, la voluntad se impone.

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