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Jeffrey Dahmer: un infierno sobre el escenario

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Por Michel Hernández ()

Madrid.- Jeffrey Dahmer fue una patada en el estómago en la música cubana. La banda holguinera era un verdadero infierno cuando pisaba un escenario con su propuesta basada en un death metal bien elaborado y con una puesta en escena que rompió los límites conocidos dentro de este subgénero del metal en el país.

Era pura violencia sonora lo que mostraba esta formación cada vez que lograba celebrar un concierto en la isla. Pero no era un culto al metal extremo al uso sino que su obra se sustentaba sobre el talento de sus instrumentistas liderados por los guitarristas Alexander Jorge “La Mole”, Alejandro Daniel y su vocalista Ramiro Pupo.

La banda no duró sobre los escenarios lo que hubiera querido el público metalero, pero durante su tiempo en activo demostró que estaba lista para el circuito internacional. Recuerdo especialmente dos conciertos de la alineación.

En Holguin y en el Maxim Rock en 2010, durante el desaparecido Brutal Fest, organizado por el promotor francés David Chapet Cordonets. Ambos tuvieron como centro la influencia de la violencia más cruda y cotidiana en la sociedad moderna.

Un nombre complicado

Ramiro, con su voz gutural y sus movimientos reptilianos, fue siempre un vocalista que le aportó considerablemente a la proyección de la banda y a la escena del metal en general. El cantante luego marchó a Estados Unidos donde se enroló en el ejército estadounidense y “La Mole” continuó con su proyecto de vida, Mephisto, una de las bandas más grandes del metal y el rock nacional. Antes Ramiro ingresó a las filas de Suffering Tool junto a músicos de Hipnosis, radicados hace más de 15 años en EE.UU.

Jeffrey Dahmer, como se sabe, tomó su nombre de uno de los asesinos en serie más célebres de la historia estadounidense. Es bastante habitual que formaciones de este género o artistas multidisciplinarios hagan uso de esos recursos para dialogar sobre la realidad contemporánea o distintas facetas del ser humano.

Sin embargo ( y esto es una curiosidad ) una funcionaria del PCC de una provincia del oriente cubano que no recuerdo hizo una llamada a Granma para pedirme la cabeza por haber mencionado a Jeffrey Dahmer en el “ órgano”.

Sigue «dando guerra»

La directiva, para sustentar mi expulsión, explicó la serie de crímenes cometidos por el impresentable personaje sin entender nada de la puesta en escena y el hecho artístico de los holguineros, que según ella debían a prisión por promover la violencia.

La llamada quedó como una simple anécdota y tras varios años de disolución de la banda, Netflix estreno una serie sobre el asesino serial. Casualmente el amigo periodista Ed Hula, a quien conocí años después de lo narrado, fue uno de los que dio la noticia de su captura en la televisión norteamericana.

Hoy “La Mole” sigue dando guerra con Mephisto y Ramiro sirviendo en el ejército del país al que emigró. Ambos continúan hermanados por el metal y por un legado de culto en la escena underground nacional. Y hasta hoy, que se sepa, ninguno ha desmembrado el cuerpo de un ser humano para colocarlo en el congelador.

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