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Tel Aviv.- Un hallazgo que parece salido de una película: arqueólogos de la Universidad de Haifa descubrieron en la ciudad antigua de Susita, frente al mar de Galilea, un tesoro bizantino oculto por más de 1,400 años.
Dentro de una cavidad de piedra aparecieron, uno tras otro, 97 monedas de oro relucientes como nuevas, junto con aretes finamente trabajados con perlas y piedras preciosas.
Los expertos creen que alguien, en pleno pánico por la invasión sasánida, escondió sus riquezas esperando recuperarlas… pero jamás volvió.
La joya del hallazgo es una moneda única de 610 d.C., acuñada por el emperador Heraclio y su hijo durante una rebelión; apenas es la segunda de su tipo encontrada en Israel.
El arqueólogo que manejaba el detector de metales contó emocionado: “De pronto el aparato enloqueció… y empezaron a salir monedas de oro, una tras otra. Fue increíble, como si el tiempo mismo se abriera frente a nosotros”.
Susita, que en la época bizantina fue un próspero centro cristiano con al menos siete iglesias, ahora revela un secreto que conecta la fe, la guerra y la riqueza de un imperio caído.
Por el momento se desconoce el valor del tesoro encontrado, aunque su valor patrimonial es mucho más alto que el monetario.