Enter your email address below and subscribe to our newsletter

EL DIFERENDO CHINA-EEUU POR LOS ARANCELES Y OTROS PROBLEMAS DEL MUNDO

Comparte esta noticia

Por Ramón García Guerra ()

La Habana.- China ha impuesto un arancel del 34% a los productos que sean importados desde los Estados Unidos.

Luego los chinos han instado al Gobierno norteamericano a resolver sus déficits comerciales de otra manera. China ha presentado una demanda ante la OMC contra Estados Unidos por violar las leyes del comercio.

Los medios nos advierten que China no es la excepción en el mundo al reaccionar de esa manera ante las medidas unilaterales aplicadas por Estados Unidos.

Donald Trump está haciendo un ajuste en las cuentas nacionales que conlleva una redistribución de la renta favorable al sector de mayores ingresos en Estados Unidos.

Sabemos que fue esa la política aplicada en ese país previo al crack de 1929, algo que obligó al Gobierno norteamericano a tomar la dirección contraria para salvar del colapso al sistema.

Entiendo que la política fiscal de Trump lo que busca es recaudar el dinero que dejará de cobrar el Estado al reducir los impuestos a las grandes empresas a través del cobro aranceles a las importaciones.

Eso no logrará que esos capitales sean invertidos en su país y que al final va a tener que pagar el pueblo norteamericano.

Echa raíces la filosofía del despojo

Sucede que después de cuatro décadas de políticas neoliberales, la filosofía del despojo y el descarte han echado raíces profundas en la sociedad norteamericana y eso hace que la élite corporativa crea que un capitalismo tecno-feudal es posible.

Luego no les falta razón a los que piensan de esa manera en relación a la situación del país y los destinos de esa sociedad.

Porque no sólo han logrado desmovilizar a esta última; sino que también han derrotado a la gente al hacerle creer que es responsable de su situación, además.

Significa que la Democracia en América es hoy desafiada. También lo que sucede es un desafío para los liberales.

Nunca se olvide que los enemigos de los conservadores son la sociedad multicultural y las izquierdas woke liberales.

Después de leer «La gran degeneración», de Nill Ferguson, no dudo de que la salud de la democracia en el Occidente colectivo es un grave problema difícil de solucionar.

Siendo así, ¿serán capaces esa sociedad y esas izquierdas de frenar y evitar el suicidio colectivo al que está llevando a su país el presidente de Estados Unidos?

Un optimismo mesurado

Confieso que frente a la situación en que estamos soy optimista. Pero mí optimismo no está basado en las potencialidades de la sociedad multicultural y las izquierdas woke liberales.

Tampoco se basa en la irreversibilidad de un mundo globalizado.

Aclaro lo dicho, la razón de ese optimismo se haya en las oportunidades de desconexión del sistema capitalista mundial que se dan a favor de los pueblos.

Sabemos que eso sucedió antes con los desarrollistas en las Américas en las decadas entre guerras mundiales el siglo pasado.

Entonces es que todos los obstáculos que frenan a Petro, Sheinbaum y Lula serán superados por el movimiento, abriéndose a partir de ese momento en el mundo una época de revoluciones.

Frente a estas realidades, trato de imaginar el escenario que se estaría abriendo como un resultado de la resolución del conflicto de la Unión Europea con Rusia y la relación de Europa con África; sabiendo que en esta última bulle hoy un neo panafricanismo que nace de sus juventudes y que avanza a saltos en todo el Continente.

Deja un comentario