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Por Jorge Menéndez ()
Cabrils.- Debate Nacional sobre el “plan de corrección de desviaciones” en la economía. ¿Verdad que suena lindo?
¿Quiénes van a debatir? Ya lo sabemos: el Partido, la UJC, los sindicatos… y poco más.
¿Debatirán los verdaderamente sufridos? ¿Qué ha cambiado en el desastroso plan económico del gobierno?
Para entenderlo, basta mirar alrededor: absolutamente nada ha cambiado. Seguimos sin luz, sin comida, se continúa asfixiando a los emprendedores, el sistema de salud está en ruinas, no hay agua ni transporte, y las montañas de basura producen mosquitos, infecciones y pandemias a máxima capacidad.
Entonces, ¿qué hay que analizar y debatir?
Se acerca el fin de año y, como cada año, subirán los precios sin contrapartida: la electricidad aumentará aunque no haya garantía de servicio, los combustibles subirán y, a partir de ahí, todo lo demás.
¿Es eso lo que quieren debatir?
La realidad es otra: momentáneamente han apartado el tema Gil, visto para sentencia, y ahora “El Debate” es la nueva entrega de la serie de entretenimiento oficial.
Nos lanzan noticias irreales, como que van a abrir un mercado cambiario sin tener un duro. Mientras tanto, el ministro de Turismo viaja a Canadá a decir que han trabajado muy duro para dejar atrás el desabastecimiento en los hoteles y que van a abrir cash and carry para abastecerse… en USD, por supuesto.
Visto el panorama, no hay nada que debatir. El gobierno, una vez más, hace lo indecible por conseguir dólares y se olvida de su pueblo, pretendiendo desarrollar el turismo dentro del “apagón popular”.
El pueblo cubano no cuenta para el gobierno, y está claro que sus prioridades son otras. Solo juegan en las ligas del euro y del dólar; las demás no les interesan.
Las desviaciones no están en la economía: las desviaciones están en sus cabezas.