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Por Ramón García Guerra ()
La Habana.- Desde una oficina refrigerada en El Vedado se adoptan medidas que hacen que la economía se halle hoy en un callejón sin salida. Veamos los palos que han ido metiendo en las ruedas del sector no estatal.
El dinero que ingresan las pymes por exportar lo reciben 80 por ciento en MLC. Hasta hace poco se podía cobrar ese dinero y hacer el depósito en un banco en el exterior, para desde allí poder pagar los equipos e insumos que se compran en divisas. Pero esa puerta se cerró haciendo que el dinero sea transferido a un banco cubano.
Siendo así ahora el país importa menos equipos e insumos como resultado de ese tipo de política.
Desde hace meses atras las pymes han preferido cobrar en CUP dado que nada hay para comprar en las tiendas en MLC. Aclaro, hablo de la compra de bienes de consumo; porque ni soñar con adquirir bienes de capital en esas tiendas.
Como en los bancos en Cuba no hay efectivo, la tarea es recuperar el dinero que circula en la calle.
Las pymes son obligadas a abrir cuentas corporativas para gestionar sus finanzas. Entonces éstas no logran obtener divisas en el único mercado que existe, el informal, para, al final, poder cerrar el ciclo en esa economía. Explica esto la situación del mercado mayorista creado por las pymes, que en este momento ha sido intervenido por Estado.
Finalmente se ha creado un círculo vicioso donde la falta de divisas reduce las compras en el exterior, mientras que los depósitos en Cuba encarece lo importado al elevar de los riesgos para el proveedor.