Enter your email address below and subscribe to our newsletter

EL CINE Y 𝐋𝐀𝐒 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐃𝐀𝐒 𝐀𝐍𝐔𝐍𝐂𝐈𝐀𝐃𝐀𝐒 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐆𝐀𝐂𝐄𝐓𝐀 𝐎𝐅𝐈𝐂𝐈𝐀𝐋

Comparte esta noticia
Por Juan Antonio García Borrero ()
Camagüey.- Estuve leyendo el Decreto 107 que recién acaba de publicarse en La Gaceta Oficial, donde se habla “De las actividades no autorizadas a ejercerse por las micro, pequeñas y medianas empresas privadas, cooperativas no agropecuarias y trabajadores por cuenta propia”.
Por supuesto que no pude evitar enfocarme en la parte cultural, específicamente la cinematográfica.
Y compruebo que, una vez más se decide dictar las medidas de turno (eufemismo que enmascara lo que en realidad es prohibición dura y pura), prescindiendo por completo de lo que sucede en el área del consumo.
Sencillamente para nuestros legisladores (e intelectuales y funcionarios que apoyan esa decisión), a estas alturas del siglo XXI no existe la autonomía (la libertad) del consumidor, por lo que perdura la creencia que desde la formalidad del sistema institucional que otrora gozara del monopolio de todo lo que sucedía en el terreno de la cultura, se puede seguir diseñando (Política Cultural por medio) lo que en teoría el público acatará de manera dócil.
Ya sabemos lo que pasó con el Decreto 349 (que, como el dinosaurio, todavía está allí, pero que carece de toda eficiencia para impactar de modo positivo en la sociedad). Presiento que lo mismo pasará ahora. Así que reitero lo que dije en su momento, en aquel debate organizado en el cine Casablanca, ante el entonces viceministro Fernando Rojas.
Ni el Ministerio de Cultura, ni el ICAIC, ni los legisladores, tienen el monopolio de la creatividad. Un sistema institucional existe gracias a los creadores, y no a la inversa. Cuando la creación se tiene que poner en función de los límites establecidos por los que mandan (que ya tienen una visión del mundo bien definida), esa creación termina mutilada.
Por eso es que se habla una y otra vez de la libertad como la base de lo que va a trascender, que es precisamente lo que a lo largo de la existencia humana se despliega de modo inevitable. No son los límites los que han impulsado el desarrollo de las sociedades, sino justo las rupturas de esos límites.

Deja un comentario