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EL CASTRISMO NUNCA TUVO BUENOS OJOS PARA LA RELIGIÓN

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Por Hrmes Entenza ()

Nurember.- A pesar de tantos escándalos, todavía tenemos la capacidad de asombrarnos con sucesos que acontecen en el día a día cubano.

Hay que tenerlo claro: El gobierno, con su política segregacionista, nunca va a mirar a la religión con buenos ojos. Todo lo que ha legislado, supuestamente a favor de los creyentes, ha sido una pantalla de nylon. Esto busca lograr un punto a favor en la arena internacional.

Una plataforma atea desde su comienzo, no ha cambiado su sistema analógico. Son ateos confesos, y se ponen en guardia cuando un religioso alza su voz. Para ellos el único panteón adorable, es el Partido Comunista.

En los años 90’s, cuando se hablaba de un acercamiento del estado a la iglesia, cayó de rebote en mis manos un libelo de la UJC. No recuerdo exactamente el texto. Sin embargo, la idea central era esta:

«En Cuba estamos viendo una nueva actitud en cierto sector de la iglesia, que influido por teologías latinoamericanas, muestra una tendencia a romper la estructura religiosa histórica. Esto traerá, en un futuro cercano, la evolución de los confesantes hasta el logro final: la negación total de actitudes místicas y creencias religiosas.

(Aclaro nuevamente que el texto es memorizado después de 30 años)

Hace unos días sucedió un vergonzoso hecho: Un pastor de la Asamblea de Dios en la Isla de la Juventud ha sido llevado a prisión por defender a su hijo frente a un jurado militar. Espera sanción de ocho años por esgrimir argumentos con frases y conceptos cristianos. El hijo está acusado de traidor a la patria por no querer participar en el absurdo y abusivo Servicio Militar. El muchacho está enfermo e incapacitado –con dictámenes médicos– para estar en el maldito ejército.

No os asombreis, estas cosas «sorprendentes» responden a la dinámica de un estado carnívoro, que odia las religiones y ama el militarismo.

Nada nos puede asombrar, ni siquiera que el presidente Miguel Díaz-Canel haya tildado de delincuentes a los que han salido a protestar pidiendo libertad en medio de apagones y hambre. No es primera vez que lo hace, y seguirá. Este individuo no ha aprendido la lección que el pueblo le ha estado dando desde el 27 de noviembre del 2020. Esto continúa hasta hoy.

Con cinco años de protestas y estallidos sociales en su historial, el «presi» mantiene la misma jerigonza.

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