Por Yeison Derulo
Miami.- El Dr. Alexander Jesús Figueredo Izaguirre, médico exiliado y defensor de los derechos humanos, ha presentado una denuncia formal contra varios profesionales de la salud en Cuba, acusándolos de violaciones éticas y complicidad en el encubrimiento institucional en el caso del niño Damir Ortiz Ramírez.
Damir Ortiz, un niño cubano de 10 años, padecía neurofibromatosis tipo 1 (NF1), una enfermedad genética que provoca tumores en el sistema nervioso. En Cuba, fue diagnosticado erróneamente con leucemia de Burkitt y sometido a quimioterapia sin justificación clínica, lo que deterioró su estado de salud.
Posteriormente, al ser trasladado al Nicklaus Children’s Hospital en Miami, se descartó el diagnóstico de leucemia y se confirmó la NF1. A pesar de los esfuerzos médicos, Damir falleció el 5 de abril debido a una sepsis generalizada causada por infecciones no tratadas adecuadamente en Cuba.
Profesionales médicos implicados
- Dra. Araíz Consuegra Otero
- Especialidad: Pediatría
- Cargo: Directora del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez
- Dr. José Luis Aparicio Suárez
- Cargo: Especialista del Ministerio de Salud Pública (MINSAP)
- Dr. Orestes López
- Especialidad: Neurocirugía
- Cargo: Especialista del Instituto de Neurología y Neurocirugía
- Dr. Wilfredo Roque García
- Especialidad: Hematología
- Cargo: Director del Instituto de Hematología e Inmunología
Acusaciones de violaciones éticas y profesionales
- Violación del principio de veracidad médica: Se alega que los médicos mencionados participaron en una estrategia comunicacional para distorsionar los hechos clínicos, emitiendo juicios sin sustento médico claro para proteger la imagen del sistema de salud estatal.
- Complicidad en el encubrimiento de negligencia institucional: Se les acusa de omitir diagnósticos contradictorios y decisiones clínicas dudosas, contribuyendo al ocultamiento de información vital sobre el estado del menor.
- Violación del secreto profesional: Divulgaron públicamente datos clínicos sensibles sin consentimiento legal verificable, lo que constituye una grave violación al deber de confidencialidad, especialmente tratándose de un menor.
- Deshumanización del paciente y uso político: Presentaron a Damir ante la opinión pública como una herramienta dentro de la narrativa oficialista, vulnerando su dignidad y derechos como niño.
- Violación del principio de autonomía y consentimiento informado: Las intervenciones médicas y mediáticas realizadas carecieron de evidencia clara de un consentimiento libre y pleno de los padres, revelando posibles elementos de presión o manipulación.
- Falta de integridad profesional: Al actuar como portavoces del régimen, estos médicos habrían abandonado su deber fundamental de lealtad hacia el paciente, convirtiéndose en agentes políticos bajo la apariencia de profesionales de la salud.
- Registrar este caso en la base de datos del proyecto Represores Cubanos como una violación ética y profesional de alto impacto social.
- Iniciar una investigación internacional sobre la actuación de estos médicos en este y otros casos similares.
- Notificar a organizaciones médicas internacionales, como la Asociación Médica Mundial (WMA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y ONGs defensoras de los derechos del niño, sobre esta situación.
- Considerar esta denuncia como prueba para procesos legales futuros sobre violaciones sistemáticas de derechos humanos en Cuba.
- Grabaciones de televisión cubana con las declaraciones de los médicos mencionados.
- Evidencia médica comparativa con la atención recibida en Estados Unidos.
- Testimonios públicos de la madre del menor.
- Fotografías y documentación visual del estado físico de Damir al salir de Cuba.
Esta denuncia pone en relieve preocupaciones significativas sobre la ética médica y la protección de los derechos de los pacientes en Cuba, especialmente en casos que involucran a menores de edad.
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