
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Yoyo Malagón ()
Madrid.- Florentino Pérez ha vuelto a hacer de las suyas: cuatro fichajes en junio (Trent, Huijsen, Mastantuono y Carreras), como si el Madrid fuera un niño que termina los deberes en el recreo para poder salir al patio.
La defensa, ese problema crónico que llevaba años sangrando goles, parece ahora blindada con dos laterales y un central. Y hasta han encontrado un nueve de repuesto (Gonzalo) para que Xabi Alonso no tenga que disfrazar a Bellingham de delantero centro como hizo alguna vez Ancelotti. Todo perfecto, todo atado. O no .
La plantilla está cerrada, pero el mercado no. Florentino sigue obsesionado con Konaté, ese central del Liverpool que vale lo mismo que un piso en Salamanca o en Mallorca, pero que el Madrid quiere pagar como si fuera un trastero en Carabanchel. 50 millones piden los ingleses; 20 ofrece Florentino.
La diferencia es abismal, pero el presidente sabe que el tiempo juega a su favor: en enero, Konaté entrará en su último año de contrato y entonces sí, el Liverpool tendrá que venderlo o perderlo gratis. Mientras, el Madrid sigue mirando de reojo a Rodrigo, ese mediocentro del City que está más cotizado que el oro y que, de momento, solo existe en el catálogo de «fichajes imposibles» .
El Madrid necesita un cerebro para el centro del campo, pero el mercado está seco. Barella, Enzo Fernández, Mac Allister… todos tienen contratos largos y precios de estrella de Hollywood. Rodrigo sería la opción ideal, pero el City no está dispuesto a soltarlo ahora. Así que el Madrid tendrá que conformarse con lo que hay: Valverde, Camavinga y un Tchouaméni que sigue sin convencer. No es mal equipo, pero falta ese jugador que ponga orden cuando el partido se desmadra. Alguien como Kroos, pero que no se haya retirado .
Florentino no es tonto: sabe que para comprar hay que vender, y Rodrygo es el candidato perfecto. Llegó del Santos por 40 millones en 2018, y ahora podría irse por el doble. Su venta sería un golpe duro para la afición, pero un alivio para las cuentas.
Además, con Vinicius, Mbappé y Endrick, sobra un extremo. Lo curioso es que Rodrygo, siendo brasileño, nunca ha terminado de encajar del todo. Es como ese mueble bonito que compras por impulso y luego no sabes dónde poner .
Además, con la llegada de Carreras, el Madrid tiene tres laterales izquierdos: Mendy (recién renovado), Fran García (el más joven) y el nuevo fichaje. Alguien tiene que salir, y todo apunta a Fran. Mendy, con su historial de lesiones, no tiene mercado, y Carreras ha venido para quedarse.
Fran, en cambio, tiene agente (Ginés Carvajal, el mismo que Carreras) y un buen Mundial de Clubes a sus espaldas. Su salida sería lógica, pero duele: es de la cantera, es trabajador, y encima es español .
El Madrid ha hecho los deberes pronto, pero el curso es largo. Konaté puede llegar en enero, Rodrigo el próximo verano, y quién sabe si algún otro nombre aparece en el camino.
Florentino no tiene prisa: sabe que el mercado es como un buen vino, y que a veces hay que esperar a que se asienten los sabores. Mientras, el equipo está sólido, joven y con hambre. Puede que no sea el Madrid más espectacular de la historia, pero sí uno de los más inteligentes. Y eso, al final, es lo que cuenta .