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Por Anette Espinosa
La Habana.- Los ojos de Cuba están en Santiago. La inmensa mayoría quiere saber qué pasa en la segunda ciudad más importante del país, allí, donde, desde horas del mediodía, varios grupos de personas se unieron y comenzaron a gritar consignas en un pedido tumultuoso de comida, corriente y patria.
Los constantes cortes de energía, la escasez alarmante de alimentos y medicinas y una inflación disparada, además de las mentiras constantes de los gobernantes y los medios de prensa, terminaron por agostar la paciencia de los santiagueros, que se fueron a las calles.
Los cubanos dispersos por medio mundo y los que viven en otros lugares del país también estamos en vilo, atentos a cada vídeo que se filtraba, que rompía la censura y pasaba luego de mano en mano, de un teléfono a otro, pero el gobierno, ladino como siempre, cortó las comunicaciones con la urbe, capital de la provincia del mismo nombre.
Los gobernantes saben, desde hace muchos días, que la presión popular iba a estallar en cualquier momento. En algunos municipios de occidente, incluso en Artemisa, la capital de la provincia homónima, los Boinas Negras, las tropas de élite encargadas de la represión, patrullaron día y noche las calles.
A los oficiales de las Fuerzas Armadas les entregaron palos, y las estructuras de base del Partido Comunista fueron puestas en alerta. La seguridad del Estado movilizó a chivatos e informantes, ante el temor de un estallido generalizado, pero al final todo comenzó por el oriente, por Santiago de Cuba.
Los cortes de energía constante, hasta de 12 horas seguidas, menos en la capital del país, donde vive la cúpula gobernante -y donde, además, saben que no pueden quitar la electricidad porque saldrían cientos de miles a las calles- fueron el detonante principal de las protestas. Porque no tener electricidad significa pasar calor, estar expuestos a los mosquitos, incluidos los que transmiten el dengue, y correr el riesgo de perder los escasos alimentos que las familias tengan disponibles, si es que alguna tiene algo de reserva.
Y encima de eso, la situación real por un lado y los dirigentes hablando de otra cosa, preocupados por el turismo, por congresos, por dar explicaciones que no tienen nada que ver con la realidad, tienen al país al borde de un estallido masivo, cuya primera llama pudo ser la de hoy en Santiago de Cuba,
La protesta tuvo lugar en la céntrica Avenida de Carretera del Morro y la calle 9 de Veguita de Galo en Santiago de Cuba, donde los ciudadanos levantaron su voz contra las condiciones que enfrenta la población cubana.
Esta manifestación refleja la creciente preocupación y la voluntad de cambio que está comenzando a surgir en la sociedad cubana, mientras un gobierno inepto, implacable y alejado de los problemas sociales, se aferra al poder, aún 65 años después de la toma del mismo sin que los logros de los que alardeó el castrismo se vean por ninguna parte.
Por el momento, solo sabemos lo que han logrado transmitir algunas personas a través de las redes sociales. Los cortes de internet impiden que salgan más y que poblaciones de otros lugares se sumen a los reclamos.