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Por Yoyo Malagón ()
Miami.- La eliminación del Manchester City ante el Al Hilal en los octavos de final del Mundial de Clubes no solo fue una sorpresa. También fue un duro golpe para Pep Guardiola. El equipo árabe, dirigido por Simone Inzaghi, venció 4-3 en un partido lleno de alternativas y polémicas. Esto marcó el cierre de una temporada decepcionante para los Citizens.
Con un tercer puesto en la Premier League, eliminaciones tempranas en la Copa de la Liga y la FA Cup, ahora esta inesperada derrota en un torneo global. Las preguntas sobre el futuro de Guardiola en el club son inevitables.
El partido contra el Al Hilal dejó al descubierto varias debilidades del City, especialmente en defensa. El equipo mostró una vulnerabilidad inusual en las transiciones rápidas, algo que Guardiola admitió en la rueda de prensa: «Nos castigaron en las transiciones. Estuvimos demasiado abiertos» .
Además, la falta de contundencia en el área rival, a pesar de dominar el juego, y la dependencia excesiva de figuras como Haaland o Foden, plantean dudas sobre la profundidad del plantel. También plantean dudas sobre la efectividad del modelo de juego en momentos clave.
La temporada 2024/25 ha sido, sin duda, la más gris de la era Guardiola en el Etihad. Por primera vez en años, el City no levantó ningún título importante. La eliminación en el Mundial de Clubes —un torneo que el club aspiraba a ganar para reafirmar su hegemonía— suma otra capa de frustración.
Aunque Guardiola ha sido clave en la transformación del club, los resultados recientes podrían hacer que la directiva reevalúe su continuidad. Especialmente si no se logra un repunte en la próxima campaña.
Otro factor que podría influir en la permanencia de Guardiola es el desgaste natural después de casi una década en el cargo.
El técnico catalán ha reconocido en el pasado la exigencia mental que supone dirigir un equipo de élite. Esta temporada, marcada por presiones externas y críticas, podría haber acelerado su fatiga.
Además, el conflicto con jugadores como João Cancelo, quien tuvo un papel destacado en la victoria del Al Hilal, refleja tensiones internas. Estas podrían afectar la dinámica del vestuario.
Sin embargo, sería prematuro descartar a Guardiola. Su historial en el City —con múltiples Premier Leagues y una Champions League— le otorga un margen de confianza. Su capacidad para reinventar equipos es incuestionable.
El club podría darle la oportunidad de reconstruir el proyecto, con posibles refuerzos en el mercado de verano. También se esperaría un enfoque renovado para la próxima temporada.
En definitiva, aunque la eliminación ante el Al Hilal ha encendido las alarmas, el futuro de Guardiola en el Manchester City dependerá de cómo responda en los próximos meses. Si logra revertir la situación y recuperar la competitividad, su legado seguirá intacto.
Pero si los malos resultados persisten, no sería descabellado pensar que esta temporada marque el principio del fin de una era histórica en el Etihad