Enter your email address below and subscribe to our newsletter

¿Cómo queda Ter Stegen tras la supuesta tregua con el Barcelona?

Comparte esta noticia

Por Yoyo Malagón ()

Madrid.- Marc André ter Stegen y el Barcelona han firmado una tregua, pero esas cosas nunca son blancas ni negras. Más bien son grises, como el cielo de Barcelona en noviembre, cuando la lluvia no acaba de caer pero amenaza todo el rato.

El alemán se operó, el club se mosqueó, hubo tensión, luego diálogo y ahora, aparentemente, paz. Pero en el fútbol, las paces duran lo que tardan en llegar los próximos resultados. Ter Stegen quiere ser titular, el Barça quiere que se vaya, y los otros tres porteros -Iñaki Peña, Joan Garcia y Wojciech Szczęsny- quieren que alguien les explique qué coño pasa aquí.

La lesión de Ter Stegen lo cambió todo y no cambió nada. Porque cuando un portero se para, el mundo sigue girando, pero con otro portero bajo palos. Iñaki Peña tuvo su oportunidad, hizo cosas bien, otras no tanto, y demostró que puede ser un buen suplente, pero no un muro. Y el Barça no es un club de suplentes, aunque a veces juegue como tal.

Szczęsny, que salió de un plácido retiro, se hizo con la titularidad. Y el club le quiere premiar con una renovación. Y encima de eso, llegó el arquero del futuro, Joan García. Todo eso ha enfriado la relación entre el capitán y la cúpula.

Demasiados arqueros

Ter Stegen lo sabe: su sitio parece no estár ahí, en la portería, incluso ni en Barcelona, pero ahora tiene que reconquistarlo. Si le dan la oportunidad, agregaría. No porque el club dude de él, sino porque el fútbol es así: nadie regala nada, ni siquiera a los que llevan una década salvando a este equipo de sus propios fantasmas. Y llega un momento en que te enseñan la puerta. Incluso, puede que hasta te den una patada. Como ahora. O no.

¿Se irá Ter Stegen? No lo creo. O no todavía. Porque él quiere seguir, y el Barça—aunque molesto por cómo se gestionó la operación—no tiene claro que pueda echarlo. Al menos no sin abrir la cuenta y soltarle una pasta tremenda.

HAy otros tres nombres para sustituirlo. Pero son eso, nombres, rumores que se esfuman como el humo de los cigarrillos de Szczęsny en el Camp Nou vacío. Eso sí, tras fichar a Joan García, Ter Stegen parece un lujo, incluso en su peor versión, y los luxuries no se tiran a la basura así como así.

El problema, como casi siempre en el Barça, es la incertidumbre. Si Ter Stegen vuelve y falla, ¿qué? Si vuelve y es el de siempre, ¿qué hacemos con Joan García? ¿Y con Szczęsny, que espera como un novio tímido a que le den una oportunidad?

En el Barcelona la calma nunca dura mucho

Y luego está Peña, ese que nadie nombra pero que tiene dicha del primer equipo. Ahora es cuarto, pero hace unos meses era primero, cuando se rompió el germano. El Barça tiene demasiados porteros y, al mismo tiempo, ninguno seguro. Es un lío, pero un lío muy culé: todo el mundo discute, nadie sabe qué pasará, y al final la solución llegará por inercia, no por planificación.

Ter Stegen tiene un año clave por delante. No solo para demostrar que sigue siendo el mejor portero del Barça—algo que, en realidad, nunca dejó de ser—sino para callar a los que dudan. Porque en el fútbol, cuando te operas sin avisar, cuando te cruzas con el club, cuando otros ocupan tu sitio, la gente empieza a preguntarse cosas. Y él no es un tipo que tolere bien las preguntas. Es alemán, es serio, es de los que hablan poco y exigen mucho. Pero ahora le toca jugar con las cartas que hay, no con las que él querría tener.

Al final, todo se reduce a una cosa: confianza. Si Hansi Flick confía en él, que lo dudo y también Flick, será titular. Si el club cree que puede seguir siendo el número uno, se quedará. Y si Ter Stegen demuestra que la operación fue solo un paréntesis, y no el principio del fin, todos respirarán.

Pero el fútbol es caprichoso, y a veces las treguas se rompen antes de lo previsto. Por ahora, hay calma. Pero en el Barcelona, la calma nunca dura mucho.

Deja un comentario