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CLIENTE CRITICA EL COPPELIA Y ES TILDADO DE CONTRAREVOLUCIONARIO

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Por Yeison Derulo

La Habana.- ​La emblemática heladería Coppelia de La Habana se encuentra nuevamente en el centro de la polémica, esta vez debido a una confrontación entre un cliente insatisfecho y un trabajador del establecimiento. El incidente ha desatado un debate sobre la calidad del servicio y la tolerancia a las críticas en la isla.​

El pasado 2 de abril de 2025, Rafael Rudy acudió al área C de Coppelia acompañado de su sobrino de 15 años. Según relató en una publicación en Facebook, tras una espera prolongada y dificultades con el sistema de pago por transferencia, fueron finalmente atendidos.

Sin embargo, Rudy expresó su descontento con la calidad del helado servido, describiendo las porciones como «mini bolas» y señalando la ausencia del caramelo prometido, sustituido por un simple polvo de galleta.​

Al intentar documentar su experiencia fotografiando el código QR de pago, una dependiente le retiró el código alegando que contenía su número personal. Rudy manifestó su intención de denunciar la situación en redes sociales, a lo que la empleada respondió desestimando su queja y calificándolo de «trágico como las mujeres».​

Las clarias están donde quiera

La respuesta institucional no se hizo esperar. Yordan Fonseca, identificado como jefe de área de la heladería, publicó en el grupo de Facebook «El Vedado de Hoy» una defensa del servicio de Coppelia y una crítica directa a Rudy. En su mensaje, Fonseca reconoció las limitaciones en la calidad del helado y posibles fallas en la atención, especialmente en jornadas laborales extensas.

No obstante, acusó a Rudy de tener una actitud constante de crítica hacia las instituciones revolucionarias y lo calificó de «maniático y desequilibrador de ideas revolucionarias». Además, declaró a Rudy como «persona no grata» en el establecimiento.​

Rudy respondió reafirmando su derecho ciudadano a expresar inconformidades y citó a Fidel Castro al señalar que «un verdadero revolucionario es el que trata de cambiar todo lo que deba ser cambiado». Cuestionó la actitud de Fonseca y sugirió que deberían considerarse cambios en la administración de Coppelia.​

Este incidente pone de manifiesto tensiones recurrentes en la sociedad cubana respecto a la gestión de críticas y la calidad de los servicios públicos. Coppelia, inaugurada en 1966, ha sido durante décadas un símbolo de la vida social habanera.

Sin embargo, en los últimos años ha enfrentado múltiples desafíos. En noviembre de 2023, la heladería cerró temporalmente debido a la falta de materias primas esenciales como leche y azúcar, lo que evidenció problemas en la cadena de suministro y afectó la percepción pública del establecimiento .​

Tras su reapertura a finales de ese mismo mes, las críticas no cesaron. Clientes reportaron largas filas, servicio lento y una oferta limitada de sabores. La calidad del helado también fue motivo de quejas, con porciones más pequeñas y huecas en su interior .​

La reacción de Fonseca al declarar a Rudy como «persona no grata» y etiquetar su crítica como «contrarrevolucionaria» refleja una tendencia en ciertos sectores oficiales de desestimar o reprimir las voces disidentes, incluso cuando estas expresan preocupaciones legítimas sobre servicios públicos. Esta actitud ha sido objeto de debate en la sociedad cubana, donde algunos consideran que la crítica constructiva es esencial para el progreso, mientras que otros la ven como una amenaza al statu quo.​

El humorista cubano Otto Ortiz, en agosto de 2019, comentó en tono irónico sobre la situación de Coppelia: «Hay dos cosas en esta vida que no tienen arreglo: la muerte y el Coppelia» .

Este tipo de comentarios reflejan una percepción generalizada de que, a pesar de las críticas y las promesas de mejora, los problemas persisten en el tiempo.​

El caso de Rafael Rudy y su enfrentamiento con la administración de Coppelia subraya la necesidad de establecer canales efectivos para que los ciudadanos puedan expresar sus inquietudes sin temor a represalias.

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