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Por Edi Libedinsky ()
En las opulentas cortes del Renacimiento florentino, la breve vida de Bianca de’ Médici, conocida cariñosamente como Bia, dejó una marca perdurable que trascendió sus escasos cinco años.
Nacida alrededor de 1537 como hija ilegítima de Cosimo I de’ Médici, que tenía solo diecisiete años en ese momento, la existencia temprana de Bia estuvo envuelta en privilegio y complejidad. La identidad de su madre sigue siendo un misterio, aunque los rumores sugieren que pudo haber sido una mujer campesina del pueblo de Trebbio.
A pesar de su ilegitimidad, Bia fue criada dentro de la corte ducal bajo el atento cuidado de su abuela, Maria Salviati, creciendo junto a los hijos legítimos de Cosimo. El afecto de su padre por ella era inconfundible, pero su presencia en el palacio era incómoda para la formidable esposa de Cosimo, Eleonor Álvarez de Toledo, lo que llevó a Cosimo a trasladar a Bia a la Villa di Castello, donde podría florecer bajo un cuidado más amable.
La tragedia golpeó en 1542 durante un viaje a Arezzo, cuando Bia sucumbió a una fiebre, dejando a su padre sumido en el dolor. La pérdida fue un golpe profundo para Cosimo, quien pronto encontraría algo de consuelo en el nacimiento de su hija legítima, Isabel de’ Médici.
Sin embargo, fue la memoria de Bia la que perduró más vívidamente, inmortalizada a través del arte. El retrato que le hizo Agnolo Bronzino, albergado en la Galería Uffizi, captura la delicada belleza y la tierna presencia de la joven. Se la representa adornada con joyas lujosas, con un medallón que lleva el perfil de su padre, un símbolo de su estatus social y del profundo afecto que este le profesaba.
El llamativo azul de su vestido, logrado con lapislázuli en polvo, resalta su inocencia juvenil y la meticulosa artesanía del pintor. Hoy en día, el retrato se erige no solo como una de las obras maestras de Bronzino, sino también como un conmovedor testimonio del amor de un padre, preservando la memoria de una niña cuya vida, aunque breve, sigue resonando a través del arte y la historia de Florencia.