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Por Dr. Alexander Figueredo Izaguirre
Houston.- Recibimos una grave queja de la comunidad cercana al Policlínico Vallejo, de Bayamo. Hace más de un mes este centro no cuenta con grupo electrógeno (planta eléctrica) pese a tener combustible disponible. ¿La causa? Una simple tarjeta electrónica dañada, cuya reparación no debería tardar más de 48 horas. Pero, como siempre, reina la burocracia paralizante y la indiferencia oficial.
Mientras los directivos se hacen los ciegos y los funcionarios se lanzan la pelota del presupuesto, los verdaderos afectados son los pacientes.
Personas graves que llegan y mueren por falta de electricidad. Consultas suspendidas o atrasadas, especialmente de embarazadas y niños. Inyecciones aplicadas de noche con linternas porque no hay luz en las salas. Casos de violencia comunitaria porque el pueblo está harto: hace poco arremetieron contra el policlínico tras la muerte de un paciente por esta irresponsabilidad.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo el gobierno cubano permitirá que centros de salud de referencia funcionen como tugurios medievales? ¿Hasta cuándo la vida de los cubanos seguirá dependiendo de la apatía estatal?
Hacemos un llamado urgente: las autoridades de Salud Pública deben asumir responsabilidad ya. Esto no es un detalle técnico ni un papeleo: es la diferencia entre la vida y la muerte.