
A 29 AÑOS DE LA MUERTE DE MICKEY MANTLE
Por José Walter Mondelo ()
La Habana.- Se cumplen hoy 29 años de la muerte de uno de los mayores ídolos del béisbol de Grandes Ligas, Mickey Mantle, el mejor bateador ambidextro de la historia, temido por los pitchers y adorado hasta la locura por los fans. «A veces parece que solo tienen espacio para un pelotero en sus corazones” dijo su compañero de equipo Roger Maris, frustrado después de romper el récord de 60 cuadrangulares de Babe Ruth, y aún así no alcanzar el aprecio de los aficionados, opacado siempre por Mantle.
“El Cometa Comercial” como le llamaban, fue sencillamente extraordinario. No solo fue Mickey el mejor bateador ambidextro de todos los tiempos en las Grandes Ligas, sino que sus hazañas son todavía historias que se cuentan como leyendas. Una de las más recordadas fue batear el jonrón más largo de la historia: en abril de 1953, mientras enfrentaba al lanzador zurdo de los Senadores de Washington, Chuck Stobbs en el estadio Griffith de la capital estadounidense, Mantle estaba usando un bate propiedad del jugador de reserva Loren Babe, el cual había tomado prestado y aporreó el segundo lanzamiento de Stobbs, una bola rápida ligeramente alta por el centro del plato. La pelota sobrevoló las gradas, pasó por la esquina de un anuncio de cerveza y desapareció. El publicista de los Yankees, Red Patterson, encontró la pelota en las manos de un niño, quien le mostró el lugar en donde la había encontrado, a más de 100 pies de la barda del estadio, calculado el batazo en 565 pies.
Otra, el 22 de mayo de 1963, se convirtió en el primer jugador de los Yankees, y único hasta hoy, en batear un jonrón fuera del inmenso Yankee Stadium.
Entrenado por su padre desde que tenía cuatro años, y que lo convirtió en un jugador ambidiestro, media hora jugaba con la mano derecha y media con la izquierda. Su padre le lanzaba para batear con la derecha, y su abuelo, que era zurdo, con la izquierda.
En la escuela fue un deportista excepcional. En un partido de fútbol americano consiguió cuatro touchdowns, era el mejor jugador del equipo de baloncesto y era conocido por su gran velocidad. Fue un jugador rapidísimo, cuenta la leyenda que podía llegar a primera base en 3,1 segundos. Se dijo de Mickey que tenía el poder de Babe Ruth y la velocidad de Ty Cobb.
Las expectativas a su llegada a los Yankees eran inmensas.
«Este tipo será mejor que Joe DiMaggio y Babe Ruth«, dijo su manager, Casey Stengel, el día que llegó al equipo.
Jugó 18 temporadas en los New York Yankees, de 1951 a 1968. Fue All Star todos sus años en la MLB, menos en el ’51 y el ’66. Ganó siete veces las Series Mundiales, fue tres veces MVP de la Liga Americana. Ganó la Triple Corona -el primero en Home Runs, carreras impulsadas y average de bateo- en 1956.
Cinco veces fue líder en carreras anotadas, cuatro los títulos jonroneros en la Liga Americana, cinco las que encabezó el departamento de bases por bolas, también una vez líder en impulsadas y otra en triples. Los liderazgos individuales fueron más, pero el mayor de todos era con el público, que lo amaba como a muy pocos jugadores en la historia.
De no haber sido por las lesiones, que lo persiguieron desde su año de novato (muchas de sus lesiones ni se hacían oficiales pues Mickey jugaba lastimado y no decía nada), además de sus excesos fuera del terreno, podría haber sido el mejor jugador de todos los tiempos. Mas de 600 juegos perdió Mantle por diferentes lesiones, muchas de las cuales lo llevaron a pasar por el quirófano. Resultan casi increíbles sus hazañas como bateador sabiendo que jugaba con dolores permanentes.
Algo que demuestra su inmensa popularidad aún hoy, es el hecho de que una tarjeta de béisbol con su imagen, de su año de novato, fue subastada hace dos años por $12.6 millones, convirtiéndose en la tarjeta de béisbol y el objeto deportivo más caro de caro de la historia, por encima de la famosa camiseta de la «Mano de Dios» de Diego Maradona.