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Tensiones Diplomáticas … EL Gallo cómo es apodado el diplomático al parecer canta en varios idiomas
Por Lara Crofs
La Habana.- El Ministerio de Relaciones Exteriores de de Perú anunció oficialmente la víspera que el embajador de Cuba en el país, Carlos Zamora Rodríguez, ha culminado sus funciones diplomáticas y ha abandonado el territorio peruano de manera definitiva.
Según el comunicado oficial, el vicecanciller Félix Denegri Boza convocó a Zamora el 28 de octubre para un diálogo sobre las actividades realizadas durante su gestión, lo que derivó en la terminación inmediata de su rol.
La Cancillería no precisó las razones específicas de esta medida, pero el anuncio se enmarca en un contexto de crecientes tensiones regionales, incluyendo desacuerdos con México por el asilo concedido a la ex primera ministra peruana Betssy Chávez, a quien Lima acusa de uso indebido del derecho de asilo.
Zamora, apodado “El Gallo” en círculos diplomáticos y políticos peruanos, asumió el cargo en Lima a fines de 2021, tras haber servido como embajador de Cuba en Bolivia desde 2019, durante el gobierno de Evo Morales.
Su trayectoria incluye representaciones en Ecuador (1984), Panamá (1998), Brasil (2009) y El Salvador (2017-2018), así como una participación en la misión cubana ante la ONU en la década de 1970. Sin embargo, su presencia en Perú no estuvo exenta de controversias.
En agosto de 2025, un grupo de exoficiales retirados de la Marina de Guerra del Perú, agrupados en la Unión Naval, exigió públicamente su expulsión, acusándolo de ser un “operador de inteligencia” al servicio del gobierno cubano y no un diplomático legítimo.
En una carta abierta dirigida a la entonces presidenta Dina Boluarte, los militares advirtieron que Zamora, entrenado supuestamente por la KGB, promovía la “injerencia del socialismo del siglo XXI” y generaba inestabilidad política en la región, especialmente de cara a las elecciones de 2026.
Entre los firmantes destacaba el congresista conservador José Cueto, quien en redes sociales alertó sobre los riesgos de “agitación política en pro de corrientes de izquierda radical en América Latina”, vinculando las acciones de Zamora a desestabilizaciones en países vecinos.
 Esta denuncia resonó en publicaciones como las del diario Expreso, que detallaron el expediente de Zamora como agente de inteligencia cubano, y en foros independientes como El Toque, que destacaron la coincidencia temporal con un premio otorgado a Zamora en La Habana por su labor diplomática. 
La salida de Zamora ha generado un torbellino de reacciones en redes sociales, particularmente en X (anteriormente Twitter), donde sectores de derecha celebran la medida como un triunfo contra la influencia cubana.
Usuarios como @JoseLuisGil1000 lo describieron como “un comunista siniestro menos en el país”, felicitando al presidente José Jeri Ore y al gobierno por “un punto a favor” en la lucha contra la injerencia extranjera. Similarmente, @berit_knudsen exclamó:
“Finalmente se fue el Gallo Zamora”, compartiendo el comunicado oficial y vinculándolo a las demandas de agosto.
Cuentas afines como @LegPatriotaPeru y @Taoro8 lo interpretaron como una expulsión implícita por “operaciones de inteligencia y desestabilización”, criticando al canciller cubano Bruno Rodríguez por no pronunciarse al respecto. Medios como Ojo Público y América Noticias también cubrieron el hecho en tiempo real, destacando su conexión con el malestar por el caso Chávez.
En resumen, la partida de Zamora no solo cierra un capítulo diplomático tenso, sino que reaviva discusiones sobre soberanía y espionaje en la región. Mientras el gobierno peruano avanza en propuestas ante la OEA para reformar normas de asilo, las redes sociales continúan siendo un termómetro de la opinión pública, con más de 1,200 interacciones en posts clave solo en las últimas 24 horas, mayoritariamente a favor de la decisión de Lima.
El silencio de La Habana hasta el momento añade incertidumbre a las relaciones bilaterales, que históricamente han sido cordiales pese a las fricciones ideológicas.