Enter your email address below and subscribe to our newsletter

De la protesta pacífica a la corrupción de alto nivel: ¿Dos varas de medir?

Comparte esta noticia

Por Eduardo González Rodríguez ()

Santa Clara.- Si a Luis Robles le impusieron 5 años de cárcel por pararse en el boulevard de San Rafael con un cartel que decía «socialismo sí, violencia no», ¿cuál será la condena que merece Alejandro Gil por los delitos de espionaje, actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación, malversación, cohecho, falsificación de documentos públicos, evasión fiscal, tráfico de influencias, lavado de activos, infracción de las normas de protección de documentos clasificados y sustracción y daño de documentos y otros objetos en custodia oficial?

Además, ¿cuáles son los nombres y apellidos de los imputados a los que se les aplicó sanciones privativas de libertad «en correspondencia con los hechos cometidos? ¿Es procedente en el lenguaje legal decir que «en todos los casos se interesó a los imputados sanciones privativas de libertad»?

Lo de Luis Robles fue algo tremendamente injusto -para no hablar de otras tantas injusticias-, pero él andaba solo y no tenía cargos en ningún ministerio. Permítanme decirles que salir con un cartel que diga «socialismo sí, violencia no», no es delito en ningún lugar del mundo, así que siempre me pareció absurdo que en un país, que se dice socialista, un cartel como ese costituyera una violación que habría que pagar con años de cárcel.

Pero… para cometer esa cantidad de delitos que se le imputan a Gil, hay que tener un larguísima cadena de personas conectadas al más alto nivel. ¿Algún día sabremos sus nombres, o seguirán siendo prudentes y harán silencio para no darle armas al enemigo?

Lo dije ayer, las cárceles están llenas de ladrones pobres, y las ciudades de ladrones importantes.

Deja un comentario